jueves, enero 17, 2008

(2)…no quiero que tejas más caminos si los voy a andar solo.

-No. Ésta tarde no. Estoy ya muy agotado, mis fuerzas han menguado. Sí, como la luna. ¿Recuerda lo que decía la abuela cuando menguaba la luna? Yo no lo recuerdo del todo bien, era una canción, ¿o no?, ella cantaba algo así: “De las lunas, la de Octubre es más hermosa” y algo le seguía de las almas de dos enamorados. ¿Dónde está mi padre, tía?

Mi tía no recordaba ya nada relacionado con los abuelos, resultaba molesto hablar con ella cuando le venían los dolores en el lado izquierdo; resultaba que no se soportaba ni ella misma, se perdía en los recuerdos de experiencias jamás vividas y algunos tragos de licor barato. El olor a mezcal se colaba por mi nariz para llegar a mi estómago y provocarme una nauseas que terminaban en vomito, es la cruda decía mi tía, la cruda realidad y reía. Vieja loca.

El día fue avanzando y nosotros decidimos no abandonar la casa, aunque ya estuviera en ruinas, era el único lugar donde nos sentíamos seguros. Recuerdo que una noche invierno mi padre nos contó en esa casa sobre la muerte de mi tío Pedro, hermano gemelo de la tía Rosa, la historia llena de detalles de heroísmo y valentía no desmerecía la muerte gloriosa de mi tío. Según palabras del viejo el tío era un joven inquieto, no dormía por las noches y tenia un extraño talento. Era perseguido y murió tratando de salvarse, de liberarse. La libertad de decidir es lo más valioso, dijo mi padre.

Papá regresó, por fin, y trajo con él las sobras de comida que le regalaron unos vecinos. Vaya que teníamos hambre, durante el día estuvimos removiendo los escombros y tratando de rescatar algunos recuerdos familiares, personales y otras cosas más, como asuntos de la cordura y la desazón. Nunca creí que al paso de los años tres personas llegáramos a recopilar tantas cosas en común. Mientras comíamos mi tía me observaba fijamente, con una mirada inquisidora que daba miedo, dejé de comer. Lo hice no nada mas esa tarde, dejar de comer, si no también los siguientes días y la semanas subsecuentes, así por un par de meses. Mengüé, como la luna. A mi padre las lunas de octubre le lastimaban los ojos, para él estaban muy cercanas y luminosas.

La tía Rosa me acusó de haber tomado la ración mas grande de alimentos, por eso no me quitaba la vista. Vieja zorra, todo lo quiere, que coma lo que quiera, pero la atención del viejo es mía, es mi padre. Y la tuve, me miró y dijo: pareces un venadito asustado, acorralado por su cazador, corre, corre hijo. Mis ojos son pequeños y de color verde, nada tienen en común con los de un venado pero corrí. La voz de papá me acompaño en el camino, no era la mas fuerte pero la escuchaba sobre todas las otras voces.

“Tienes el mismo talento que tu tío, puedes escuchar las voces del mundo, no hagas caso de ellas. No es bueno ponerles atención, te pondrán triste, te pedirán hacer cosas que te dañan. Ellas no son mas fuertes que tú, no les regales tu voluntad, pelea, pelea como tío, corre, corre hijo”

Las voces, dulces y malvadas, confortantes y alentadoras, simples voces viajando en mi cabeza. Les encontré al tiempo melodiosas, arrullaban mis sueños. Dos meses pasé sin comer, corriendo. Eso creo. Ya no quiero seguir corriendo, quiero comer y descansar. Llevar conmigo la locura que me regaló la tía fue muy acertado, a veces, cuando vomitaba algunas mariposas las echaba a la bolsa llena de jazmines y locura para divertirme. Pobres mariposas. Aprendí que para qué no me siguieran destrozando el estómago era mejor provocarme el vomito y ver como en su afán de disfrutar los jazmines terminaban consumidas por mi locura.

-¡No me gustan las lentejas, y menos los garbanzos!, tía. No me has dicho dónde está papá._____ ¡¿Qué?!_____. No, no quiero que tejas más caminos si los voy a andar solo.



6 comentarios:

vanto y vanchi dijo...

Qué coqueto me ha salido usted, eh?, pero aguas! porque yo soy de los que caen rápido...

besos!!!

Champy dijo...

.......................................................................................................................................................... siempre me han seducido las historias de voces... y mas las de consecuencias.

"Ellas no son más fuertes que tu"

Yo tampoco quiero seguir corriendo, pero que hago aqui?

Y sin embargo adoro las lentejas.

Anónimo dijo...

No hay que escucharse mucho porque corremos el riesgo de tomarnos en serio. Un saludo

Dídac Muciño dijo...

que profundo, la luna,las mariposas, las voces... me facina lo ifrasurrealista..

un sabio poeta dijo

"Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas."

y la de octubre es la mas hermosas!.

Saludos y abrazos, pasatela bien :D

Erranteazul dijo...

Inmenso vacío???...o...


Siempre tus palabras al viento, me llevan a mis recuerdos...primeros amores. Por qué, me pregunto, si tu mirada está puesta en otro horizonte.

Muegano. dijo...

Esto se pone cada vez más bueno, coincido con Champy, me gustan las historias de voces, de 'algo' que te mueve, o te estremece...