jueves, noviembre 29, 2007

Homomaquia o el extraño estudio a la genealogía de los miedos. Parte I.

Leo y María. Primer Tercio: Los picadores.

…y me dices que voy a quedarme solo, ¿qué sabes tú de mi?, ¿acaso dos frases robadas de un libro extraño, aprendidas de memoria, te dan el derecho a juzgarme?. Hace tiempo que estoy solo y no te diste cuenta, tu soledad solamente le ha hecho escasa compañía a la mía. Ya no quiero ser mas tu amigo, me haces y te hago daño, tenerte más que un bien resulta ser un mal. Pero no puedo dejarte, te quiero, me quiero en ti, a través de ti, eres un reflejo de mis miedos, siento odiarte en ocasiones, pero hay otras en que la luz de tu amistad me hace más fuerte. ¿Por qué fuiste tan cruel?, sabias muy bien que tus comentarios me dolerían. Me gustaría decirte que en el fondo te lo agradezco porque me haz forzado a crecer, pero la realidades que si tengo miedo a quedarme solo y sigo con tu amistad solo por esa razón. – Fragmento de una carta no enviada.

[La corrida se divide en tres partes denominadas tercios que se marcan con un toque de clarín. En el primero de ellos el diestro torea con el capote. Con un toque de clarín se indica que salgan los dos picadores al ruedo, situándose cada uno de ellos en un extremo de la plaza, pero sólo uno ejecuta esta "suerte".]





¿Recuerdas que te conté de un sueño lleno de espejos? Yo desperté con mucho miedo ese día, hizo mucho frío y amaneció lloviendo entonces y yo te abrazaba fuerte, muy fuerte y te contaba lo que había soñado, ¿si lo recuerdas, verdad?. Tú no me decías nada, te quedabas calladito, como siempre. Pero a mi no me importaba que no hablaras porque yo sabia lo que querías decirme. Has estado conmigo ya hace mucho tiempo y también has sido mi mejor amigo, ahora estas muy maltratado, como yo. ¿Será que no te he cuidado bien?. Aún me acuerdo de la clase donde la maestra nos pidió el estambre, yo no sabia para qué sería; ella nos pidió dos madejas de estambre de colores diferentes y yo las escogí de los colores que ahora tú estas usando. Sí, los escogí por que eran mis favoritos, rojo y azul. Uno como tus ojos: azules; y el otro solamente me gustaba mucho. ¿Sabes?... los espejos me siguen dando mucho miedo. – Contaba Leo a su muñeco de estambre, un payaso ya deshilachándose debido al paso del tiempo, mientras esperaba sentado en las butacas de una vieja estación de tren.



María, la madre de Leo, era una mujer callada de semblante triste, tan gris como su cabello. La vida no fue para ella lo que de niña soñaba, –no fue actriz, estrella de rock o súper modelo. Antes no fue nada y después solamente la madre de Leo.



Leo, único hijo de María, debió llamarse como su bisabuelo Leonardo pero por decisión del padre su nombre fue otro. Para él no importaba como haya sido nombrado, su sigo zodiacal fue Leo y le era suficiente para autonombrarse “Leo”, su verdadero nombre no le gustaba y cambiarlo por otro era la opción, aprovecho que además de su signo zodiacal él tenía un extraño parecido con los felinos: los ojos. Leo es inquieto, alegre y soñador, tal y como un día su madre lo fue.



Una mañana Leo amaneció con una noticia que cambiaría por completo su vida, las nuevas emociones experimentadas marcarían su corazón, ya no volvería a ser el mismo. Su primo, y mejor amigo, junto con su familia habían abandonado el pueblo durante la madrugada, el viaje no tenía planes de un pronto regreso. Leo y su primo fueron los mejores amigos en la infancia, estaban por comenzar la adolescencia y, la dependencia de Leo para con su primo era excesiva, parecía que Leo descubría el mundo a través de los ojos de aquel mejor amigo, así que la noticia recibida dejó desvastado a Leo. Al enterarse, no mencionó palabra alguna, sin más corrió a su cuarto, tomó el muñeco de estambre y subió a la azotea de su casa para echarse a llorar.



Antes de avisar a Leo lo sucedido, María pudo ver, a través del reflejo que el espejo le devolvía, que sus ojos denotaban una noche sin dormir acompañada de llanto y cansancio. En sus manos sostenía la sección de sociales de un periódico de meses atrás y en el obituario una noticia relacionada con un antiguo amor, su profesor de tercer año de primaria había muerto. Aunque el periódico se encontraba muy maltratado, pues con seguridad lo tuvo con ella toda la noche no lo dejó para dar la noticia a Leo. Bajó las escaleras para informar a Leo que su primo iba camino a encontrarse con su papá, en una ciudad muy lejana, que no sabia decirle cuando regresarían y lo mejor sería olvidarse de ellos. Subió nuevamente a su recamara, callada, sacó de un cajón unas viejas cartas y releyó su contenido, no hubo llanto, se abrazo a su almohada y durmió.



Leo, desde la azotea, alcanzo a ver la estación del tren, un impulso egoísta acompañado de un arrebatado pensamiento lo hicieron bajar de la azotea y caminar hasta llegar a la estación del tren. Estado en la estación, se sentó dispuesto a esperar…



{–No hablas mucho de ti. –Eres como la moraleja del payaso: alegre por fuera y triste por dentro. –Seguro tienes muchos amigos, ¿verdad?}

6 comentarios:

Unknown dijo...

cuando alguien se va sin avisarnos no se si lo haces por evitarnos el dolor o evitarselo ellos....ya algun dia me ire sin despedirme y sabre porque

Anónimo dijo...

Esperar a veces es un consuelo, pero también puede ser un vicio. Hay que andarse con ojo. Un saludo

Muegano. dijo...

Aferrarse, no dejar ir...es tan pesado como esperar. ¿Por qué será que no tenemos la capacidad de ser realmente independientes? ¿Por qué será que la libertad que muchas veces perseguimos nos causa tanto miedo?
¡Qué cosas!

Dídac Muciño dijo...

AAAH ya te extrañaba!!!

Que honor que alas puesto uno de mis cuadros... es algo curioso, por que, este cuadro con mi Autorretrato, les gusta, les facina, se indentifican, con estos cuadros. y no sabes cuanto, aprecio que pongas, algo mio para tu escrito.. Gracias!!

Haay, cuando se va algo, es que se perdie un pedazo de ti, no queda otra de aceptar la realidad como es.. tan cruel y tan desdichada...

HErmoso!!!!

Saludos y abrazos!!!

Dídac Muciño dijo...

Los espejos..

RElfejos de nuenstra realidad, el rechazo a esta, es el sentido a tu miedo.. el miedo a la vida, y la realidad a tu relfejo.

Champy dijo...

Ay compadre porque memetes en estos dilemas a estas horas y sin nada en las manos????

Las relaciones que nos marcan sean del tipo que sean son noscivas a cualquier edad si la madurez no está presente....

Hay a quienes les parece insoportable un Adios, y hay quienes hasta enloquecen a falta de él.

Como Penélope.