Era conocido más por su mote que por su nombre real. El apelativo, el cual él mismo escogió, era un nombre de mujer, nada burdo al contrario se trabada de un nombre fuerte y con personalidad propia. Antes de que yo le conociera físicamente escuche muchos rumores relacionados al libertinaje con el él manejaba su vida, todos los comentarios llegados a mis odios hacían que deseara con mas fuerza el conocerle. Antes de lo pensado mis deseos de conocerle se cumplieron.
La primera vez que estuve en casa de mi tía abuela fue una tarde lluviosa, junto otros primos me encontraba jugando en la calle cuando la lluvia nos sorprendió; la carrera que dimos para evitar la lluvia fue la que nos puso frente a las puertas de casa de la tía. Ella muy amablemente nos abrió las puertas y nos permitió el paso a la sala. Recuerdo muy bien esa tarde por que en la sala había un olor muy especial, un aroma que se desprendía de pequeñas flores blancas, toda la habitación estaba llena de tan agradable sensación. Al relajarse el clima dejamos la casa y continuamos con nuestros juegos.
Con el paso del tiempo guarde el recuerdo de esa tarde en mi memoria, no volví a sentir el aroma de esas florecillas hasta mucho años después y por el cambio de mis intereses que no visité la casa aquella por el mismo periodo que extrañé el aroma aquel.
Cursando el tercer grado de educación secundaria fue que escuché los primeros rumores sobre “blanca de la noche”, y se referían a un homosexual travestido que vagaba por las calles del pueblo en busca de nuevas aventuras. Lo de “blanca de noche” venía a colación por el rostro blancuzco que el exceso de maquillaje claro le provocaba. “Bella de noche” y un sin fin de alias más servían a la muchedumbre para menospreciarle, la forma tan despectiva en que la gente le refería me incomodaba sobremanera, para ese entonces yo ya me había descubierto homosexual y terminar en una situación como la que de él, la que tuve ante mis ojos esos días, me aterrorizaba. Para ocultar mi temor lanzaba comentarios igualmente despectivos y escondía mi remordimiento de las miradas inquisidoras.
A pesar de que muchas veces formé parte de las burlas no dejaba de sentirme mal por mis actos, en el fondo me sabia expuesto a la misma situación, mi preferencia sexual me hacia presa fácil en un pueblo dominado de un falso machismo, -digo falso por que así lo era, resultó en muchas ocasiones ser solo una pose. Y mas allá de hablar de cuantos “hombres” terminaron acostándose con él o conmigo, hablaré de lo que a él le hicieron, de lo sucios que fueron con una persona llena de tristeza. La tristeza que él veía, reflejaba la misma que yo sentía, de hecho debo confesar que el no me contó sobre sus sentimientos y mejor dicho, confieso que, nunca conversamos.
Las noches, en que él vestido de lentejuela, les daba brillo me fueron contadas por terceras personas, eran historias que al siguiente día se volvían la mejor anécdota de quienes junto a él las vivían. Alegre, alocada, parrandera, borracha y hombreriega; joto, desviado, sodomita. Todos tenían una palabra que le describiera al siguiente día. Por mi parte estuve todo el tiempo fascinado, como ya lo dije anteriormente, yo ya me sabia gay y la cercanía de sus relatos me hacia fantasear sobre mi futuro pasado. Tenía ganas de conocerle, ser su amigo y que él fuera mi confidente, yo comenzaba a acumular experiencias y esperaba compartírselas.
El otoño llegó y una de las noches, una noche con la hermosa luna de octubre, salí a la calle, a pasear y buscar la ruta de la “bella de noche”. El tiempo fue pasando lento, la noche resultó alargarse y mi desesperación por no encontrarle me hizo regresar a casa. Ya en casa mi hermano me dio la noticia: lo mataron a golpes. Fueron unos desgraciados de un pueblo vecino, alcohol y las drogas los homicidas reales. Lo invitaron a pasear, se fueron al río y entre burlas, desenfreno y odios le mataron.
El aroma de la tarde siguiente me hizo recordar la tarde aquella que la lluvia nos hizo entrar en casa de mi tía, es la segunda vez que estaba en esa casa y el aroma nuevamente llenada los espacios de ahora una triste habitación. Las pequeñas flores blancas se encontraban en varios floreros que rodeaban un ataúd de madera, esta vez preguntaré qué flores son, me dije. Cerca de mi se encontraban mi tía abuela y mi mamá, al preguntar a mi madre sobre el nombre de la flores mi tía la tomó de la mano, como señal de que mantuviera silencio pues ella me contestaría, son gardenias, dijo. Hubo un silencio corto y luego añadió: como ella, mi pequeña flor blanca, “blanca de noche”, Gardenia su nombre de mujer.
La primera vez que estuve en casa de mi tía abuela fue una tarde lluviosa, junto otros primos me encontraba jugando en la calle cuando la lluvia nos sorprendió; la carrera que dimos para evitar la lluvia fue la que nos puso frente a las puertas de casa de la tía. Ella muy amablemente nos abrió las puertas y nos permitió el paso a la sala. Recuerdo muy bien esa tarde por que en la sala había un olor muy especial, un aroma que se desprendía de pequeñas flores blancas, toda la habitación estaba llena de tan agradable sensación. Al relajarse el clima dejamos la casa y continuamos con nuestros juegos.
Con el paso del tiempo guarde el recuerdo de esa tarde en mi memoria, no volví a sentir el aroma de esas florecillas hasta mucho años después y por el cambio de mis intereses que no visité la casa aquella por el mismo periodo que extrañé el aroma aquel.
Cursando el tercer grado de educación secundaria fue que escuché los primeros rumores sobre “blanca de la noche”, y se referían a un homosexual travestido que vagaba por las calles del pueblo en busca de nuevas aventuras. Lo de “blanca de noche” venía a colación por el rostro blancuzco que el exceso de maquillaje claro le provocaba. “Bella de noche” y un sin fin de alias más servían a la muchedumbre para menospreciarle, la forma tan despectiva en que la gente le refería me incomodaba sobremanera, para ese entonces yo ya me había descubierto homosexual y terminar en una situación como la que de él, la que tuve ante mis ojos esos días, me aterrorizaba. Para ocultar mi temor lanzaba comentarios igualmente despectivos y escondía mi remordimiento de las miradas inquisidoras.
A pesar de que muchas veces formé parte de las burlas no dejaba de sentirme mal por mis actos, en el fondo me sabia expuesto a la misma situación, mi preferencia sexual me hacia presa fácil en un pueblo dominado de un falso machismo, -digo falso por que así lo era, resultó en muchas ocasiones ser solo una pose. Y mas allá de hablar de cuantos “hombres” terminaron acostándose con él o conmigo, hablaré de lo que a él le hicieron, de lo sucios que fueron con una persona llena de tristeza. La tristeza que él veía, reflejaba la misma que yo sentía, de hecho debo confesar que el no me contó sobre sus sentimientos y mejor dicho, confieso que, nunca conversamos.
Las noches, en que él vestido de lentejuela, les daba brillo me fueron contadas por terceras personas, eran historias que al siguiente día se volvían la mejor anécdota de quienes junto a él las vivían. Alegre, alocada, parrandera, borracha y hombreriega; joto, desviado, sodomita. Todos tenían una palabra que le describiera al siguiente día. Por mi parte estuve todo el tiempo fascinado, como ya lo dije anteriormente, yo ya me sabia gay y la cercanía de sus relatos me hacia fantasear sobre mi futuro pasado. Tenía ganas de conocerle, ser su amigo y que él fuera mi confidente, yo comenzaba a acumular experiencias y esperaba compartírselas.
El otoño llegó y una de las noches, una noche con la hermosa luna de octubre, salí a la calle, a pasear y buscar la ruta de la “bella de noche”. El tiempo fue pasando lento, la noche resultó alargarse y mi desesperación por no encontrarle me hizo regresar a casa. Ya en casa mi hermano me dio la noticia: lo mataron a golpes. Fueron unos desgraciados de un pueblo vecino, alcohol y las drogas los homicidas reales. Lo invitaron a pasear, se fueron al río y entre burlas, desenfreno y odios le mataron.
El aroma de la tarde siguiente me hizo recordar la tarde aquella que la lluvia nos hizo entrar en casa de mi tía, es la segunda vez que estaba en esa casa y el aroma nuevamente llenada los espacios de ahora una triste habitación. Las pequeñas flores blancas se encontraban en varios floreros que rodeaban un ataúd de madera, esta vez preguntaré qué flores son, me dije. Cerca de mi se encontraban mi tía abuela y mi mamá, al preguntar a mi madre sobre el nombre de la flores mi tía la tomó de la mano, como señal de que mantuviera silencio pues ella me contestaría, son gardenias, dijo. Hubo un silencio corto y luego añadió: como ella, mi pequeña flor blanca, “blanca de noche”, Gardenia su nombre de mujer.
14 comentarios:
por que siempre pasa lo mismo, con las vidas de los travestis?... mueren por la, no aceptacion, hacia la vida gay, mueren por personas, que no aceptan su propia homosexualidad, por que?, el travestis esta expuesto, a tantas burlas de la sociedad]?, una sociedad que tiene, homofobicos y que es a la vez, gays reprimidos.
Por que es tan desdichada, la vida, con una preferencia distinta?.. hasta cuando, hasta cuando?, esta sociedad, aceptara este estilo de vida?... Hasta cuando, relusira ese valor, que falta mucho inculcar?, el respeto.
Falta mucho para llegar a eso.
Pero, por lo mientras, tus historias, querido él, me hacen imaginar, sentir, cada palabra que escribes!!.. gracias!
Saludos y abrazos!!
P.D: I miss you too.
El lugar sin límites....
Todos en nuestra etapa de no acptación, previa al reconocimiento, experimentamos sensaciones similares.
Y todos tenemos una Gardenia en nuestras vidas, al menos yo las tengo, y varias.
Es una de mis flores favoritas, junto a la Lavanda.
Estas conciente de tu confesión?
Tambien sueñas con ese final?
Me dieron ñañaras......
Gracias por la confianza.
Bueno, aclaremos unos puntos: sueño con besar a Pancho (el Pancho de mis noches de insomnio- y de mis sueños)y cantarle al oido. Permanecer así la eternidad, soy un ñoño rosa, romántico empedernido, lo acepto. Pero tanto como soñar terminar como la Manuela, eso NO.
Prefiero sáabanas de algodón, en una cama con dos almohadas, la mía y la de...
...Pancho. -Ja, ja.
Ya no sigo, por que además de que estoy a punto de soltar el moco, recordé que estoy soltero.
Que dije????????
Yo siempre he tenido bien clara y presente mi complejidad.
Y así soy yo, y no culpo a nadie, si estoy solo es porque tengo 1478 conflictos en la cabeza, porque es un conflicto que le huelan las patas, es un conflicto que se aburra viendo cine chino, es un conflicto que le guste RBD, es un conflicto que le apeste el hocico, es un conflicto que vea el canal de las estrellas, es un conflicto que deja el baño mojado, es un conflicto que no lava su plato, es un ........ y me doy cuenta que mi evolución ha producido un ser estrecho de miras, que no quiere ceder ni abrir su espacio, ser invadido por un intruso que viene a restarle a lo ganado....
Pero son mis conflictos, yo lo elijo, yo lo busco, yo lo permito.....
De que me sirve ser tan guapo y tan carismático si no sirvo para estar acopañado, pero soy una excelente compañia, y vienen un chingo de frustraciones que te van haciendo encerrarte en tu mundo.....
Pero mi belleza lo vale no?
SI.
Estas historias, aunque concurrentes nunca dejaran de molestarme, siempre he pensado que quienes abusan y matan quieren matar esa parte de si mismos.
Independientemente de…me gusto la historia, y al final de cuentas la gente le reconoció, tal vez como ella quería, y le recordara por su blancura, cuando auque sin admitirlo la extrañen por las calles
El agradecimiento es recíproco.
Y TNF25 remata de manera contundenete.
Pinche sociedad hipócrita, cuando ya no estan son extrañadas.
¿Es una historia real? Supongo que sí, porque combina una mezcla de melancolía y tragedia: la vida misma. ¡Cuántos recuerdos tenemos vinculados a un olor!
Desde la distancia, te transmito una buena dosis de ilusiones, de ésas que sí están al alcance de nuestras manos.
uyyy, que confesionnnnn, mmmmm, triste el final, pero el era lo que era y asi era feliz.....pero la pinche people siempre tiene que estar chingando y chingando hasta que obtienen lo lo que ellos quieren....la gente pinche gente , sale con sus mamdas
odio esa people que no mas se encarga de estar chingando....
y una esencia te deja marcado para toda la vida........
besos mordelones
"Dos gardenias para ti
y con ellas quiero decir,
te quiero, mi vida"...
o
"Perfume de gardenias
tiene tu boca..."
Me gustan las gardenias,
y sus respectivas asociaciones.
Besos, lindo.
Yo conocí a mi tía abuelaaa
nucna m invitó a su casa
y se murió de alcohólica
.......
mmmmmmm
.....
mi historia es más corta que la tuya
=(
malditos homofóbicos!
y me sorprende cómo puedes hacer de una historia como esa algo que te traiga un suspiro y quizás hasta cierto alivio al final, saludos!!!
Coincido con Vanto, me vino ese 'Perfume de gardenia' a la mente al terminar de leer... me gusta esa tragedia, si homófoba, y al tiempo tan llena de pasiones...
P.D. Me ausento unas semanas y hay mil cosas que leer! prometo ponerme al corriente! ;)
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