jueves, octubre 04, 2007

Recuerdos.


Las tardes en casa de mi primo “J” eran definitivamente únicas, fuera de este mundo, sin comparación con las subsecuentes. A pesar de que éramos solo unos niños nuestra imaginación nos era suficiente para explorar otros mundos, tener otras vidas o simplemente ser los héroes que en televisión veíamos.
Los juegos siempre variaban, podríamos jugar nosotros dos solos o con mas niños que conocíamos, todos teníamos juegos propios en los que nos hacíamos participes, pero había un juego en especial que me hacia muy feliz jugarlo, se podía jugar a solas si así lo deseabas, mucha imaginación era el requisito principal. Se trataba de tirarte boca arriba a observar el cielo, de preferencia el la azotea, pasar el rato tratando de desvanecer una nube, imaginar como sería la vida en la luna o las estrellas o simplemente perderte en la tranquilidad de un cielo azul.
Cuando alguno se aburría enteraba al resto de lo que había imaginado, la nube que logró disipar o si observó alguna nube con una forma en especial. Siempre fui el último en hacerlo y en ocasiones aprovechaba los comentarios de todos para hacer los míos. Otras tantas veces yo mentía sobre lo observado, no era que no tuviera imaginación o no pudiera concentrarme en el juego, si no todo lo contrario. Soñaba e imaginaba demasiadas cosas que me daba pena decirles, el juego llegó a convertirse en una ventana para mí, aprendí a soñar despierto y cada oportunidad que se me presentaba la aprovechaba para dejarme llevar por el mundo de sueños al que entraba a mi antojo.
Conservo recuerdos en donde mi padre me llamó la atención por mi distracción, por que me enajenaba en nada. En los trayectos de un pueblo a otro mientras trabajaba con mi papá soñaba despierto, en la escuela, en las tardes libres, antes de dormir, al despertar. Sin imaginarme convertí un juego de niños en una ventana de escape a una realidad que siendo adolescente no pude sobrellevar.
El verano que cumplí los 12 años mi primo se fue del pueblo, siendo yo muy apegado a él resentí mucho su ausencia. En adelante yo me convertí en un ser introvertido, me daba miedo relacionarme y perder otro amigo, así que recurrí a mi juego de manera mas constante, paso el tiempo y empecé a vivir en dos realidades: una alterna-mi vida perfecta- y una realidad cruel-mi vida real-. A ratos perdía noción de lo que vivía, no lograba distinguir si fue un sueño o en realidad lo viví. Nacieron en mí múltiples personajes venidos de todas mis historias inventadas, se reflejaban en mi comportamiento, es como si sufriera un trastorno de personalidad múltiple, que afortunadamente no fue el caso; deje mi vida (la real) en manos del destino y me dediqué a crear una más placentera en mi cabeza.
Como en la vida no es siempre lo que uno quiere no tardé en darme cuenta que vivir de esa forma era absurdo, no era vivir, estaba evitando vivir. Me arriesgué a dejar de soñar con la vida perfecta para involucrarme con el mundo real, y el primer signo que llega a mí de que estaba viviendo es el dolor; sufrimiento, ese sentimiento que tanto traté de evitar. Crecer es sufrir. Amar es Sufrir. Y yo deseaba con toda el alma las dos cosas: crecer y amar.

3 comentarios:

Dídac Muciño dijo...

yo tengo agunas cosas en comun contigo... tambien me gustaba, verlas nubes y crear o buscar las formas que tienen... me encataba.. al verdad todavia lo sigo haciendo cuando voy en la carretera hacia un destino... como es la imaginacion del hombre no?.. te crea mundos distintos pero tan hermosos y divertidos...
De niño, me gustaba tener mi amigo imaginario.. siempre jugue, y con el fue con que tuve uno de mis mejores momentos de mi infancia.. lo extraño jeje..

en un cierto punto, la vida completa es sufrir, y sufir y romperta la madre y vovlerte a parar y otrar vez sufrir... pero entre esas cosas, uno se va dando cuenta pa donde va la vida... y cuando ya sabes para que estas aqui se te aliviana esta...

me quede bien, picado con el otro post el borrador... no, no me facino!!.. muchos elementos, pareciera que fueron mios.. jejeje pero noo..que bien escribes.

Saludos y abrazos!!

Pável dijo...

La infancia, a pesar de los juegos y la fantasía, también llega a ser dolorosa. Y cruda.

Muchos asocian la niñez a un idilio de perfección, inocencia y despreocupación, cuando en realidad el corazón del infante suele resentir el dolor con más intensidad, pues su sabor es nuevo, fresco y contundente.

Por fortuna existe el juego y la fantasía, por fortuna esos recursos no se desvanecerán si seguimos creyendo.

Gracias por visitar Una Sarta de Mentiras.

Viva la niñez, y vivan los ojos que se miran como en los laberintos de espejos.

Pável dijo...

Por cierto, por ahí leí que quieres mariposas en tu estómago.

Te dejo con la que fue mi primera entrada en un blog, la escribí hace ya casi 3 años. Tal vez te funcione.

TENGA SU PROPIO CRIADERO DE MARIPOSAS
¿QUIERE USTED TENER SU PROPIO CRIADERO DE MARIPOSAS NOCTURNAS? ¡LEA EL SIGUIENTE ARTÍCULO!

Yo mismo, hace apenas una hora comencé el proceso; aún siento esa vida cosquillear en las yemas de mis dedos. Hace poco, muy poco, sentí orugas reptar por mis intestinos. Las sentí arrastrarse, y glotonas, comerse las paredes de mis entrañas para luego tomar la siesta en sus capullos de seda. Y aquí las tienen, revoloteando, saliendo de mis dedos, crueles mariposas nocturnas.

Por tener un ciclo de vida corto, ellas se gestan muy rápido. No es difícil verlas nacer en cautiverio, así que si quieres tener un criadero de mariposas negras, no tienes más que conseguir los materiales necesarios y después, seguir las sencillas instrucciones que a continuación se leen.

Materiales:

Un alma acuchillada por días, meses, años. (¿que no tienes una todavía? no te preocupes, es cuestión de tiempo)
Escritos viejos, en particular los que aludan a sueños olvidados o amores que ya no están más.
Una tarde fría, a unos minutos de la puesta de Sol
Una habitación sola
Música que despierte la memoria emotiva
Y ahora sí, a seguir las instrucciones:

Cierre la puerta de la habitación. Respire profundo. Ponga música a un nivel medio, con contenidos que le hagan recordar cosas de su pasado o presente que le pongan triste y/o melancólico. Tome algún escrito, (no importa si está en formato tradicional o digital, aunque se recomienda el primero) y léalo; recuerde cómo eran esos momentos en que el texto fue producido. Sienta la impotencia de no poder cambiar el pasado o de sentirse arrasado por la fuerza del presente.

Para este momento, los huevos de las orugas, que están siempre presente en las almas acuchilladas, deben estar ya eclosionando. Siga con la lectura para dar tiempo a las pequeñas orugas de instalarse en las paredes del estómago. Una vez que sienta su reptar por las paredes del intestino, intente llamar a sus amigos. Algo lo detendrá y no lo hará, es parte del proceso, no se alarme. Tome otro escrito y recuerde que usted no es más que un parpadeo en el mapa cósmico. Siga esuchando la música. Recuerde que usted y sus seres queridos son efímeros, que han de morir. Piense que la muerte le susurra al oído.

Si ha seguido bien las instrucciones, ahora debe estar sintiendo ya cómo las orugas devoran a placer sus intestinos grueso y delgado. Espere unos minutos más, vuelva a respirar profundo. No es necesario que siga leyendo, su mente se ocupará del resto. Seguramente empezará a dudar de las cosas que sustentan su vida: el amor, Dios, la vida misma; y de repente, los pensamientos callarán, se sentirá invadido por la nada. Claro, es que las orugas ahora duermen, se preparan para la última transformación en sus capullos, crisálidas compuestas de odio, ira, frustración, egoísmo, miedo.

Espere unos minutos más y disfrute la sensación de vacío. Es normal que incluso le invadan deseos de quitarse la vida. No lo haga, recuerde que de hacerlo así, no podrá contemplar su obra y todo habrá sido en vano. Seguro podrá usted apreciar que está por caer la noche, es la hora propicia para la llegada de nuestras mariposas.

Cierre los ojos por un momento, apague los latidos de su corazón, contenga la respiración y escuche con atención: un leve chasquido, y luego otro y otro más. ¡Felicidades! ¡Literalmente tiene usted mariposas en el estómago!

Nota: Puede el usuario conservarlas en su entraña, pero no se recomienda; las mariposas en estado adulto son mucho más voraces que las orugas. Además, por la naturaleza de sus alas afiladas, a cada aleteo provocarán heridas mortales, que serán causa de hemorragias severas.

Para dejarlas escapar, no tiene más que cerrar los ojos y respirar hondo una vez más. Escriba líneas de amor, dolor o muerte, y ellas, atraídas por la esencia, saldrán por sus dedos haciendo el menor daño posible; así tendrá usted además, material para trabajar con criaderos de mariposas más adelante.