Sábado 3:00 p.m., estoy despertando, esta encendido el radio y el locutor dando la noticia de un asesinato. “Una herida en el pecho con arma punzo cortante le causo la muerte al joven el cual fue encontrado recostado en su cama, bañado en sangre y con una nota el brazo izquierdo, presumiblemente escrita por el homicida, no se ha encontrado el arma con se efectuó el homicidio y aunque la nota pareciera suicida se cree se trato de un crimen pasional”, era lo que se escuchaba. El extenso relato del locutor terminó con lo escrito en la nota:“Esta vez se ha terminado, no hay más en mi. Lo que me quedaba ya lo has matado”. Sentí que un aire frío invadía mi cuerpo, me vino un escalofrió. Esa frase, esas palabras, esa intención, yo lo había sentido antes. El dolor de cabeza, resultado de la resaca por mi borrachera de la noche anterior, comenzó a hacerse mas presente, había un dolor en mi pecho, algo no estaba bien. Cuando pude finalmente incorporarme para dejar la cama y tratar de vestirme el locutor comentaba ya noticias del ámbito político, me encontré un tanto distraído por las noticias y al tomar la camisa con mi mano no me percate de la sensación de humedad que mi mano notó sino hasta instantes después, el temor que me invadió paralizo mis sentidos, me negué a ver por unos minutos la camisa, mis sentidos luego comenzaron a estar mas atentos, el olor a sangre confirmaba mi temor de que la humedad en la camisa se debiera a que se encontraba manchada de sangre. Era inevitable, sabía que tendría que enfrentarlo, con un relampagueo de imágenes vinieron a mi memoria escenas de la noche anterior, era yo quien decía las palabras escritas en la nota que mencionó el locutor de radio, las gritaba a un extraño. En otra escena tenia un nota de papel en la izquierda y en una mas veía el cuchillo sangrar. Los recuerdos me confundían, no me llegaban claramente, entre el dolor de cabeza, el temor de ir a la cárcel, manchas de sangre en mi ropa y en mi cuerpo y mi desesperación por esclarecer mi memoria no me dejaban entender que ocurría. Algo no está bien, pensé para mi, a pesar de estar muy alterado logré notar en mi cuarto todo estaba cambiado, la cama que un rato antes yo había dejado estaba hecha, como si nadie hubiese pasado la noche ahí, de pronto el radio estaba en total silencio, mi ropa sin sangre y mis manos limpias, me estoy volviendo loco murmuré. Es como una premonición.
-Hola, estoy pegas llegando, lo decía una voz que me era familiar, disculpa se me haya hecho tarde.
-Hola, dije y gire mi cuerpo para verlo. Era él, el extraño aquel a quien gritaba lo escrito en la nota. De pronto recordé yo también acabada de llegar a esa casa.
-Yo también acabo de llegar, le dije y sonreí muy nervioso.
-Algo pasa? Te noto nervioso, como ido.
-No, bueno no se. Tuve un sueño o visión muy extraña. No me hagas caso.
-Me lo cuentas?
-Me da pena, mejor cambiemos de tema.
-Como quieras…
-Así lo quiero.
-Bueno, me gustaría terminar la conversación de ayer, tu que dices?
-De ayer, ah, ya recuerdo, creo que quedo todo claro, no? Quieres algo de tomar?
-No gracias, estuviste tomando? Te notas ya borracho.
-Tomé algo de llegar, no mucho. Quieres o no?
-No, solo he venido por mis cosas, tu no deberías tomar más…
-A ti que te preocupa, preocúpate por tu nuevo amorcito no por mí.
-No empieces, ya hemos terminado nosotros y si vine es para dejar todo en mejores condiciones. Quiero que seamos amigos…
-No quiero se tu amigo…
-Porque no?
-Por que te odio…
-No bebas así, vas a terminar mas borracho aún…
-Yo bebo como quiero, para olvidarte…
-Vas a terminar haciendo una locura…
-Matándote?, matándome?, matándonos?.
-Estas loco y bien borracho. Yo me voy
-Vete y no vuelvas mas ya no vas a encontrar nada aquí.
-Adiós.
-Hasta nunca.
Corrí hacia la puerta gritando: “Esta vez se ha terminado, no hay más en mi. Lo que me quedaba ya lo has matado”. Tomé una trozo de papel y lápiz, ya no recuerdo lo demás…
-Hola, estoy pegas llegando, lo decía una voz que me era familiar, disculpa se me haya hecho tarde.
-Hola, dije y gire mi cuerpo para verlo. Era él, el extraño aquel a quien gritaba lo escrito en la nota. De pronto recordé yo también acabada de llegar a esa casa.
-Yo también acabo de llegar, le dije y sonreí muy nervioso.
-Algo pasa? Te noto nervioso, como ido.
-No, bueno no se. Tuve un sueño o visión muy extraña. No me hagas caso.
-Me lo cuentas?
-Me da pena, mejor cambiemos de tema.
-Como quieras…
-Así lo quiero.
-Bueno, me gustaría terminar la conversación de ayer, tu que dices?
-De ayer, ah, ya recuerdo, creo que quedo todo claro, no? Quieres algo de tomar?
-No gracias, estuviste tomando? Te notas ya borracho.
-Tomé algo de llegar, no mucho. Quieres o no?
-No, solo he venido por mis cosas, tu no deberías tomar más…
-A ti que te preocupa, preocúpate por tu nuevo amorcito no por mí.
-No empieces, ya hemos terminado nosotros y si vine es para dejar todo en mejores condiciones. Quiero que seamos amigos…
-No quiero se tu amigo…
-Porque no?
-Por que te odio…
-No bebas así, vas a terminar mas borracho aún…
-Yo bebo como quiero, para olvidarte…
-Vas a terminar haciendo una locura…
-Matándote?, matándome?, matándonos?.
-Estas loco y bien borracho. Yo me voy
-Vete y no vuelvas mas ya no vas a encontrar nada aquí.
-Adiós.
-Hasta nunca.
Corrí hacia la puerta gritando: “Esta vez se ha terminado, no hay más en mi. Lo que me quedaba ya lo has matado”. Tomé una trozo de papel y lápiz, ya no recuerdo lo demás…
1 comentario:
"La Muerte de Marat" es sin duda una de mis obras favoritas. Por fortuna, ya tuve la oportunidad de verla en vivo y a todo color, y creeme que es mas impresionante en persona.
Tu texto le va bien. Tan bien como la agradable sensacion que tu espacio deja en la boca (o en los ojos). Gracias por tu visita a mi espacio.
Nos seguiremos leyendo.
Abrazos.
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