lunes, agosto 20, 2007

Segundo Acto. (Al día siguente)


Personajes: Él, los otros, yo.

Absoluto silencio.

…[Se abre el telón]

Escenario totalmente oscuro, no hay visibilidad, una voz indica que es de noche, se escuchan unos sollozos, la voz extraña se vuelve a hacer presente indicando que habrá de amanecer…

Es el día siguiente, Él sale de la cama, se siente solo, todos se han ido.

Después de la ritual diario de prepararse para ir al trabajo dice para si en voz alta:

- Me queda claro, fue un sueño, no fue maravilloso, nada fue cierto. Amanecí tan solo como cuando comencé a soñar…

Aunque todo parece aparentemente normal, su rostro dice lo contrario, Él se encuentra contrariado hay algo que no perece estar bien. Vuelve a repetir rápidamente la rutina de vestirse hay lago extraño que no logra entender…

Finalmente vuelve a verse en el espejo, oh menuda sorpresa!! El reflejo no le pertenece, no entiende que pasa…

Intenta nuevamente verse, esta confundido, la situación empeora, no es de Él el reflejo ni tampoco corresponde al reflejo anterior, como imágenes provenientes de una película se presentan ante Él miles de rostros, todos con diferentes expresiones. El desconcierto va en aumento, se detienen las imágenes para mostrar una sola, sigue sin Él. Al menos por el momento no logra reconocerse así. La imagen es de Yo. Yo explica:

- Todos los otros rostros que viste reflejados son parte de ti. Todos ellos tú los creaste. No son una ilusión, representan todo aquello que anhelaste ser, son el resultado de lo que los otros te pidieron que fueses. Junto con todos esos personajes me olvidaste, ellos, “los otros” y tú han estado fraguando un plan para olvidarme, para abandonarme para siempre en mi soledad. Por eso he venido hoy a ti, para decirte que no lo voy a permitir. Soy Yo el que decide, soy Yo quien nos va a salvar a todos. Búscame en el fondo de tu ser…

Él se queda absorto, no hay más que hablar. El único reflejo en el espejo es el suyo, sabe que es el rostro que observo por primera vez antes de que lo anterior le ocurriera pero ese rostro seguía pareciendo ajeno. Se queda inmóvil.

…[Se cierra el telón]

FIN.

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