sábado, septiembre 29, 2007

Intermedio 2.8 (Voy a dejar de pensarte)


Voy a dejar de pensarte,
de imaginar el color de tus ojos,
la forma de tus labios
o el perfume de tu piel.

Me hace daño
soñarte a diario,
siempre distinto
y nunca cercano.

Voy a mentirme,
diciéndome por las mañanas
que soy muy feliz,
evitando inventarte por la tarde
y tratar de llegar a la noche
sin necesidad de soñarte.

No voy a creer verte
en cuerpos extraños
y no voy a escribirte
mas versos robados.

Le quitaré a la vida
lo que se ha negado a darme:
una vida tranquila
sin la necedad de buscarte.

De mis conversaciones con la nada.

- [….]
- Por que a veces me gusta llorar cuando estoy solo en casa.
- [….]
- Pues buscando algún recuerdo triste como lo hacen los actores… ja
- [….]
- Tengo mucho material, no creas. Pero esta vez no necesite recordar nada, el llanto vino solo y no me negué a dejarlo salir.
- [….]
- Sí, en ocasiones disfruto llorar, siento que mi alma descansa. Termina siendo un acto reconfortante…
- [….]
- Descansa de este vacío que siento en el pecho…
- [….]
- Siento un fuego que me quema, que no me deja vivir. Es que hay tanto que tengo que dejar salir…
- [….]
- Ojala fuera así de sencillo y un día amaneciera sin este dolor…
- [….]
- Me dices que no es imposible, ¿qué deje pasar el tiempo?, no creí que fueras tan predecible y dijeras las mismas cosas que todos repiten como si esas frases se las cargaran en un chip al nacer…
- [….]
- Sé que no te conozco y no puedo juzgarte tan a la ligera, pero te aclaro que fuiste tú quien inicio la conversación, yo solo quería llorar…
- [….]
- Sí, solo. Como siempre lo he hecho, como siempre he estado.
- [….]
- Me dices lo mismo que mis amigos, estoy seguro, se han cansado de repetirme…
- [….]
- No he hecho caso de sus consejos, por que no lo he querido. Entiende, trata de entender, nadie mejor que tú sabe de la soledad…
- [….]
- ¿Qué se yo de estar solo? Eso me preguntas…
- [….]
- Llevo años sintiéndome así, y mira, antes de que vengas con el rollo de que cuento con una familia, amigos y etcéteras que me quieren, no me es suficiente. Yo sé que amor tengo en mi vida, pero ahora quiero compartir eso con alguien mas, con una pareja…
- [….]
- ¿Llegará?, ¿cuándo? Tengo una vida completa esperando…
- [….]
- No dramatizo, ni exagero. Estoy cansado de buscar y no encontrar…
- [….]
- ¿Qué busco en lugares equivocados? ¿Y dónde hay que buscar?...
- [….]
- Esa es tu opinión, yo pienso diferente. Si dicen, los que creen que saben, que el amor llega cuando menos lo esperas y que de pronto la felicidad me embargará el cuerpo completo, yo les digo que he esperado mucho…
- [….]
- Ya te lo dije, toda la vida. Te repito, estoy cansado, me siento sin ánimos, sin ganas de seguir luchando por algo que creo me ha sido negado. He cometido errores en el pasado, eso lo sé muy bien, yo los cometí. Ahora estoy tratando día con día de ser mejor y quiero compartirlo, ya no quiero hacer las cosas de una manera egoísta. Solo para mí o por mí…
- [….]
- Pues quiero sentir lo que mis amigos cuentan del amor, que te hace querer ser mejor, que todo cambia, que el mundo tiene nuevos colores, nuevos aromas y que disfrutarlos en compañía es mucho mejor…
- [….]
- No creo, tengo miedo de morir sin haber sentido el amor, lo que es amar una persona aún sobre ti…
- [….]
- No es perder la dignidad, ni dejar de ser tú, para convertirte en el juguete de otro. Como yo lo veo, es ser uno con el otro sin perder la individualidad, es compartirse, entregarse, dejar todo impulso de egoísmo y egolatría para ver reflejada tu felicidad en ojos de otro…
- [….]
- Pues sí, sí lo necesito, es lo que quiero, enamorarme, perderme, incluso dar mi vida. Sería nuevo para mí…
- [….]
- Llámalo como quieras, locura o no. Así lo quiero, no quiero seguir persiguiendo un recuerdo de algo que no tengo…
- [….]
- No pienso en la muerte como una obsesión, ni que al morirme sin haber sentido el amor haya vivido en vano, lo que he vivido me gusta, solo quiero vivir más, sentir más, amar más…
- [….]
- ¿Obsesión? ¿Qué se esta convirtiendo en una obsesión el querer tener pareja?, puede que tengas razón…
- [….]
- No.
- [….]
- Tal vez, ¿y qué puedo hacer? Dímelo tú que siempre has estado tan sola…
- [….]
- Lo sabía, no tienes respuestas, nadie las tiene o al menos no las que yo quiero escuchar…
- [….]
- Quiero escuchar la voz de una persona diciéndome: TE AMO.
- [silencio]
- ¿Sigues aquí?... Te fuiste…



viernes, septiembre 28, 2007

Manifiesto de Fe / (Primer manifesto)

De pequeño aprendí a recitar de memoria algunas oraciones, que había un Dios bueno que creó todo en siete días, que tenia que darle gracias todos los días y en especial los domingos. Cada sábado por la tarde acudí al catecismo para recibir mi educación religiosa-espiritual, nadie me preguntó si lo quería, pero era junto con otras más mis obligaciones de niño. Una joven inexperta de diecisiete años era la encargada de instruirme, posiblemente aún ni ella conocía el pecado o lo que así llamaba, y en sus manos estaba el evitarme caer en las tentaciones. Crecí confundido, sin entender al Dios que era bondad y amor, y era ese mismo Dios el que me castigaría si fallaba a sus mandamientos, me enviaría al infierno si pecaba. Un niño no entiende de actos llenos de odio y maldad, que son los condenan. Son nuestros actos, no un Dios.

Todas lo noches recé, temeroso de mi condena.

Pasaron los años, llegaron nuevas ideas, la rebeldía, los cuestionamientos a todo y a todos. Me alejé de la iglesia y de su doctrina, a fin que por mi conducta sodomita ya me encontraba condenado. Vino mi “autoexcomulgación”, extrañamente también la liberación de la mente y de los deseos. Exploré el mundo de cuanta forma pude, en carne propia, a través de la música, los libros, el cine, la pintura, todo lo que me atraía. Luche en contra de la Fe de mi familia, fui hereje. Coqueteé con el diablo. Caí seducido.

Continuaba rezando por las noches, resignado a la condena.

La poca experiencia, lo nuevos miedos adquiridos, el entendimiento, la madurez, todo apareció como si estuviera establecido a llegar en ciertas fechas y con tal firmeza, como si fuera necesario haber pasado lo anterior para llegar a éste estado. Llegaron mas dudas, nuevos cuestionamientos, la necesidad de dejar atrás las banalidades, de comenzar con un crecimiento espiritual. Emprendí la búsqueda de opciones, todas buenas.

Sigo rezando, evito pensar si soy merecedor de alguna condena.

Soy católico, nací católico, quizá no sea un católico activo y ejemplar. Hoy en día tengo Fe en el Dios que mis padres me presentaron, soy de la idea de que debemos morir bajo la religión que nacimos. Puedo estar mal al seguir cuestionando mi Fe, incluso puedo llegar a dejar de creer en el Dios del catolicismo, el futuro es incierto. Pero mis padres me dieron algo que yo no he sabido aprovechar: la FE.

jueves, septiembre 27, 2007

Ficción (verano 2005)

I. La noche negra.

Esa noche estuvo amenizada por botellas de tequila, música popular (banda, grupos norteños y una que otra cumbia), cigarros, cervezas, confesiones, preguntas sin respuesta, confusión y mas confusión. La conversación sostenida con un tercero parecía no avanzar, cada palabra, cada frase que pronunciaba lo enlodaba más. Por mi parte no estaba dispuesto a continuar, el alcohol ya había hecho demasiado efecto negativo en mi organismo y no me encontraba con ánimos de dañar mi corazón. Además el olor a cigarro en mi cuerpo comenzaba ya a ser molesto. No. Yo no seguiría en esa conversación a ningún lado.

-Me voy.
-No te puedes ir en ese estado
-Ja. Me vas a llevar?
-No puedo.
-Me voy.

Arranqué el auto cegado por la ira de no haber llegado a ninguna conclusión, él sabe que no me gustan las verdades a medias, manejo unas cuadras, una llamada en el celular.

-¿Qué pasa? Contesté en tono molesto.
-¿Cómo estas?, ¿llegaste a tu casa?, ¿no quiero que las cosas queden así?
-Demasiadas preguntas, ¿no?, ¿qué queden cómo?
-Pues así, somos amigos…
-Ya no lo somos…
-De verdad, quiero que hablemos…
-Mañana.

Del camino a casa sólo recuerdo un pequeño choque que di en mi auto a una camioneta, huí de la escena por supuesto, después miles de frases vinieron a mi mente, insultos, oraciones en sentido peyorativo visitantes de un lejano pasado. No quería escucharlas, las odio, siempre y desde siempre las odie. Mi cuerpo temblaba, llegué a casa. Perdido, ausente, borracho, ya no sé…

II. El umbral.

Ya estando en casa, en un estado bastante vergonzoso, me desnudé, pensé que si moría sería muy buena idea que me encontraran desnudo, mi sello de muerte. Mi última broma en vida. Abrí el refrigerador y en un vaso me serví el resto de vodka que guardaba; por cierto, en el refrigerador había un plato con arroz blanco y enchiladas rojas, mi plato favorito, lo dejó mi mamá en su visita. Continuando, me bebí el vodka, me tiré en el sofá de la sala, es rojo, y en caso de que derramara sangre no se mancharía mucho. Dormí, al menos eso creo, la embriaguez me ganó. Despierto o aún dormido lo que vi me sorprendió de sobremanera, un umbral, de luz azul destellante, hermoso, irradiaba felicidad, entré. El tiempo en el que lo crucé me pareció muy largo, me llenó de paz.

Al terminar de cruzarlo me di cuenta que me encontraba en la sala, mi sala, con mis cosas, mi sofá, mi mesa, mis cuadros. Pero todo era diferente, que diferente mejor, los colores mas brillantes, todo parecía nuevo, limpio, con una pulcritud que daba miedo tocarlos. Mi olfato pudo percibir un olor a incienso, olor a lavanda. Dulce aroma. Escuche murmullos, me percaté de inmediato que no me encontraba solo en la habitación, la mesa ya no estaba vacía, ahora se encontraba decorada por una fuente de chocolate, fresas, una botella de vino tinto a la mitad y copas limpias. La gente celebraba algún acontecimiento, mi muerte pensé, evité el pensamiento y dirigí mi atención a los asistentes. Notaba una extraña comunión conmigo en todos ellos, no tarde en advertir que todos ellos eran uno con ellos y uno conmigo. Todos tenían algo de mí en su interior, no solo era que físicamente eran iguales a mí, no cada uno a la vez era diferente. Compartían el parecido físico y algunos pecados por mí cometidos.

Eran Él, Ellos, todos los personajes que en días pasados yo había creado, imaginado ser, representado, dado vida. Se mostraron ante mi para que yo reconociera en ellos todo de lo estuve renegando esa noche, todo lo que no aceptaba, lo que me hacia daño, lo que me causaba felicidad. Me mostraron lo que yo era y creía haber dejado atrás, seguían siendo parte de mí, todos y cada uno, los buenos, los malos. Pude reconocerme en todos los personajes, me dio miedo, mucho miedo.

La velada cambiaba el rumbo, los malos seducían a los buenos, algunos de los buenos correspondían, era una onda como Sodoma y Gomorra, yo era un espectador, un fantasma, eso parecía en un principio pues nadie me veía. No era así, no por mucho tiempo. La incitación cada vez era mayor, la excitación de los cuerpos era muy notoria, el aroma el ambiente cambiaba. Era molesto. Fui observado, con una seña uno de ellos alertó al resto, ahora todos me veían, lanzaban miradas llenas de lujuria, los atrevidos sin descaro, otros con recato, yo en el centro, temeroso, asfixiado. El aroma me asfixiaba, era cada vez más fuerte, olor a carne en descomposición, a putrefacción, sus rostros denotaban un estado demacrado, estaban muriendo. Me desmayo…

III. El sueño.

Desperté bañado en sudor, no me gusta bañarme y mucho menos en sudor (cosa que no viene al caso), toqué mi cuerpo, helado, lleve mi mano derecha a la muñeca de la izquierda y revisé mi pulso, que suerte, seguía vivo. Respiraba el olor a mirra, incienso usado en celebraciones religiosas (misa católica), ya no me encontraba en la sala de mi casa, era un zaguán, un recibidor de esas casas con antigua construcción, reconocí el lugar en el me encontraba; el escenario de un sueño que se ha repetido muchas veces desde niño, me alegre. Mi corazón latió como lo hace normalmente, ahora descansaba.

El sueño del que hablo es uno de esos que se repiten y no logramos saber que hace que eso suceda. No es el único que he soñado más de una vez, he tenido otros no tan buenos, pero este en especial me llena de mucha paz. En el sueño salgo de mi casa huyendo de algo o de alguien, nunca he logrado identificar quien me persigue, solo el sentimiento de acoso es el que me impulsa a correr sin parar. En la persecución siento mucha desesperación, pues mis esfuerzos por correr mas deprisa se ven disminuidos, por no se que fuerza extraña, una sensación de abandono me invade, quiero llorar y no puedo, debo concentrarme en correr. El recorrido siempre es el mismo, de mi casa paso por la antigua casa de unos tíos, giro a la izquierda en la primera cuadra, luego corro dos cuadras derecho, vuelvo a girar a la izquierda, corro dos cuadra y media mas para llegar a la casa de unos desconocidos, entro y lo primero que veo colgado en la pared es un Cristo crucificado, el Cristo del templo menor de mi pueblo, el olor a mirra me llena los pulmones y duermo…

IV. La mañana pintada de rojo.

La realidad es cruel. Es el día siguiente a la noche negra. Sigo desnudo recostado en el sofá, la resaca me mata, a pesar de eso me siento aliviado, todo lo vivido – o soñado durante la noche- me parece lejano. Solo el eco de los hechos me llega, trato por un rato de aclarar las ideas en mi mente, no logro nada. Me levanto para buscar la ropa y vestirme, la mañana me tiene una sorpresa, un regalo. Pasaron unos minutos para recuperarme de la impresión, la mañana esta pintada de rojo, no doy crédito a lo que veo. No pudo pasarme a mí, no a mí. Hay manchas rojas en mis manos, puede ser sangre, tiemblo, la cabeza me quiere estallar, lloro, me culpo, no recuerdo nada…

V. Ficción. Dulce placer para los locos.

Llevo en mi desesperación las manos a mi rostro buscando las heridas, las marcas de mi acto, tengo miedo de confirmar lo ya pensado y dado por hecho. Cobarde, mientras acerco las manos al rostro cierro los ojos, soy un cobarde me dije. No pude superar que mi amigo no aceptara lo que yo había confirmado de en mi persona. Que idiota. El olor, ese olor que respiro. Es chile rojo, el chile de las enchiladas de mi madre, me las comí a mano limpia en mi borrachera, no es sangre, me río a carcajadas. Que tonto fui, no era sangre.

En mi cabeza una idea: ¿algún día en verdad, lo haría?...

martes, septiembre 25, 2007

Las alas en mi espalda.


Le han brotado alas
a mi cuerpo.

Puedo sentirlas
en mi espalda,
me gustaría verlas
pero me he quedado ciego.

Te envié mis ojos
hace tiempo, ¿lo recuerdas?.

Me han brotado alas
y no puedo tocarlas.
Mis manos necias
perdieron su fuerza.

Perdí toda movilidad
en mi cuerpo,
mi fuerza se acabó
al tratar de encontrarte.

Las hermosas alas,
que en mi espalda brotaron,
me las ha regalado el cielo
para que me lleven a tu lado.

lunes, septiembre 24, 2007

Hagamos un trato.



Te he buscado
por mucho tiempo,
días y noches enteras,
aún sabiéndote incierto.

He tocado tus labios,
te he amado
en otros cuerpos,
te he soñado.

Ahora es tiempo
de nuestro encuentro.

Te propongo un trato:
no esperaré nada de ti,
no habrá noches de amor
ni días de soledad compartida.

Evitaré enamórame
y te evitaré las mentiras.

A cambio solo quiero
sentirte cerca,
saberte cierto,
que no te he inventado.

sábado, septiembre 22, 2007

Instructivo para el mal morir.


Necesario ser:

Egoísta.
Depresivo.
Solitario.
Con tintes de incomprendido.
Pasional.
Creyente del amor.
Romántico.
Soñador.
Radical.
Obstinado.
Obsesivo.
Cerrado, en sus propias ideas.
Narcisista.
Un poco o mucho lujurioso.

Primer paso.

Hable con un amigo, no importa quien, de preferencia que encuentre muy ocupado. Trate de contarle sus penas, decirle que se siente solo, que necesita de él.
Un vez que se sienta solo y su amigo no haya estado para escucharlo, salga a la calle, busque compañía en extraños.

Segundo Paso.


Ya encontrado el extraño es muy importante seguir al pie de la letra lo siguiente:

Enamorarse de inmediato.
Creer todas sus palabras.
Idealizarlo.
Llenarse de ilusiones.
Cegarse a sus fallas.
No reconocer su indiferencia.
Enamorarse.
Confiar en sus promesas.
Mendigarle un poco amor.
Dedicarle tiempo.
Pensar siempre en él.
Enamorarse.


Si cumplió con la mayoría de lo anterior usted se encuentra preparado para el tercer y último paso.

Tercer paso.

Vaya a la cama un lunes por la noche, creyente de que es correspondido, espere la mañana del martes para sentir una desesperación por ver a su extraño. Llene su cabeza de dudas, inquietudes. Durante el día busque nuevamente a su amigo, ocupado ¿verdad?. Vaya a casa después del trabajo, mientras espera su extraño lo busque, analice su situación, piense con la cabeza fría. Para este entonces usted ya se ha de haber dado cuenta que no es sana su relación, enfréntela.

Su extraño no podrá mentirle mas, han llegado al límite. Ahora entiende que todo fue una mentira, una ilusión que usted creo, eso su extraño se lo da a entender y usted debe creerlo. No busque ayuda, le impedirán mal morir, sus amigos aparecerán y tratarán de ayudarlo, no lo acepte. Lacérese, lastímese, flagélese, cúlpese de todo. Tenga la fuerte convicción de que fue engañado, burlado.

Cuando su estado de animo este por los suelos y sus deseos por vivir estén muy disminuidos usted estará listo para un mal morir.




Nota importante: este instructivo solo es una opción para prepararlo para un mal morir, en nuestros catálogos existen otras muy variadas opciones, consúltelos!!! También contamos con técnicas de suicido. (No nos hacemos responsables de los problemas emocionales que este instructivo le pueda ocasionar, su uso es bajo responsabilidad del usuario).

viernes, septiembre 21, 2007

(des)Información (im)Personal

Nací en el año del mono
según el horóscopo chino.
Y si nos basamos en la astrología
del mundo occidental,
soy de signo leo,
con ascendente escorpión.

Soy el séptimo de diez hijos,
desde niño distinto,
navegante de sueños
y emocionalmente introvertido.

Duermo cuanto puedo,
hablo mucho,
sueño despierto
y soy bastante despistado.

No me gusta bañarme
los fines de semana,
odio la rutina
y los sábados por la mañana.

Sigo viendo caricaturas,
lloro con algunas películas,
le pongo soundtrack a mi vida,
y escribo por osadía.

Confiado y terco.
Fácil de conquistar,
me enamoro al instante
y me toma tiempo olvidar.

De mirada transparente
y buen besador,
según palabras dichas
por un@ que otr@ amante.

Eterno soñador,
amante de la vida sencilla,
siempre en espera del amor,
ése soy yo.

¿Barbie?



-Barbie 1: Me siento vacía, soy una mujer plástica.

-Barbie 2: Yo me siento exactamente igual, amiga… […lloriqueos…]

-Barbie 1: La vida no tiene sentido…

-Barbie 2: ¿Barbie 1, qué haces?, NOOOOO!!!



P.d. Las “muñecas plásticas” no tienen cerebro ni sentido del humor. No vuelvo a jugar con ellas.

jueves, septiembre 20, 2007

Plumas negras en las alas de mis ojos























Voy a ponerle alas a mis ojos,
plumas negras en las alas,
manchas de sangre a las plumas
y te los enviaré
con una nota acompañándolos.


Nota:

Recibe mis ojos,
úsalos,
quiero que veas el mundo
de la forma que yo
ahora lo veo.

La vino tinto.

La conocí el primer semestre de preparatoria. Los dos veníamos de mundos distintos pero a la vez parecidos, nos caracterizaba nuestra timidez, compartíamos el miedo a relacionarnos, siempre callados y sólo conversábamos con nosotros mismos.

Yo era miembro de una familia conservadora, religiosa y muy cerrada a las nuevas ideas, venia escapando de una vida terriblemente asfixiante, cansado de ser las burla de todos incluyendo a miembros de la familia. Salí de casa para estudiar la prepa en una ciudad nueva para mí, el mundo era mío, podría fácilmente ponerme la máscara que quisiera y crear un personaje que me ayudara a encajar con los demás. Al llegar lo único que hice fue aterrarme, el cambio fue mas difícil de lo creí. A pesar de que nadie me conocía cada día, de la primera semana en la escuela, me sentía observado, imaginaba que yo mismo delataba mi reciente pasado.

Ella, la vino tinto, era callada, difícilmente se advertía su existencia, yo no la había notado sino hasta la mitad de semana. Era de personalidad oscura, ácido sentido del humor, de carácter amargo, sarcástica y hasta cierto grado la creí autodestructiva. Por eso fue que la bautice como la Vino Tinto, por amarga, dejaba un sabor ácido cuando la conocías y a pesar de todo te atraía, gustabas de su sabor, de estar con ella. Supuse terminaría dejando la escuela la primera semana, pero no fue así se tardo otras semanitas mas. En su familia eran igualmente religiosos y conservadores que en la mía, solo que ella era transgresora, rebelde, se atrevía a hacer lo que yo en ese entonces no habría hecho ni por un millón de dólares.

Nos conocimos el jueves, después de clases, el esto del grupo planeaba como se irían juntos a la fiesta de bienvenida, era obvio que yo no sabia como llegar al tal antro donde seria la fiesta teniendo en cuanta que era nuevo en la ciudad. Me puse yo mismo el pretexto de que no había pedido permiso a mis hermanos y si alguno preguntaba eso les diría. Ella me invitó y le deje caer así sin más mi pretexto. Me dijo que era la mejor decisión, ella no conocía el antro pero se lo imaginaba aburrido, lleno de un montón de idiotas bailando y arrejuntándose, pinches calientes recién salidos de secundaria, sus comentarios me hicieron reír.

Platicamos un rato de temas triviales, de donde era, que si me gustaba la escuela, hizo algunas burlas de los compañeros, que si uno parecía tal y que otro cual cosa. Nos reímos juntos de sus bromas y logro que yo hiciera algunas bromas sobre los maestros. Me caes bien, eres un poco teto, seguro a de ser por que bines de un pueblo, yo ni se de donde vengo ni a donde voy, fue lo que me comentó antes de preguntarme qué haría. Le contesté que iría a la biblioteca para hacer la tarea de matemáticas, se ofreció a acompañarme, pero antes me dijo: eres un nerd. Me sonrojé esta vez, fue de vergüenza, nunca antes lo había hecho, bueno ya estaba acostumbrado a andar solo y la biblioteca en secundaria fue muy buen refugio. Estaba por terminar la semana y yo tenia una amiga, que chido.

El viernes nos encontramos en la puerta de la escuela, le sonreí al verla y correspondió enseñando la lengua, comenzábamos a conocernos, yo resulté más tímido y miedoso que ella. En los relatos que hacíamos de nuestras vidas huecas y sin sentido me contó que ella fue idéntica a mí, callada, punto de burlas, rata de biblioteca y siempre apartada de los demás no por decisión propia. Había cometido algunos errores en su conducta y fue señalada como una puta. Impresionante era haber coincidido con alguien que parecía haber vivido lo mismo que tú, era mucho mi desconcierto, llegue a pensar en mi ignorancia que posiblemente era vidente y se burlaba de mí. No era así, en realidad vivimos lo mismo. Pronto nos dimos cuenta de eso y nos asustó pero no terminamos nuestra amistad, al contrario, la consolidamos e hicimos mas estrecha.

A pesar de un pasado casi idéntico, en el presente que vivíamos nuestras decisiones y planes nos hacían distintos, ella había prometido jamás volver a ser burla de nadie, estaba segura que podía cambia su futuro y tenia todo un plan bien organizado para lograrlo. Entre conversaciones de tardes juntos me dio muchos consejos de cómo yo podría cambiar mi futuro, sugirió debía dejar mi timidez atrás, al fin que nadie me conocía y mucho menos a alguien del pueblo. Era más fácil para mi que para ella según exponía.

El tiempo juntos se nos iba muy rápido, nos quedábamos todos los días después de clase para hacer la tarea. La rutina era burlarnos del resto de la escuela, alumnos, personal de limpieza, maestros y cualquier extraño que se plantara frente a nosotros. Inventábamos historias de sobre cómo serían sus vidas, patéticas, emocionantes, si vivían solos o con una familia, como morirían y hasta que auto tenían.

Los compañeros de pronto se mostraron mas amables conmigo, trataban de integrarme a sus grupos, mientras la Vino tinto no estaba yo conversaba con ellos, me daba la oportunidad de conocerlos y que me conocieran. Aplicaba los consejos de mi amiga, mentía un poco sobre mi pasado, he inventaba algunas hazañas para darle color interesante a mi vida, con el paso de los días tenia mejor relación con el grupo. La vino tinto y yo seguíamos juntos pero no con la misma frecuencia.

Cierto día me percaté que sus comentarios eran cada vez más mordaces, estaba molesta con todo y con todos, ya no se presentaba mucho a clases. Imaginé tenia problemas en su casa, pero no, todo estaba aparentemente bien, igual que en la mía. La amistad que habíamos establecido parecía no importarle, no confiaba en mí como al principio, ya no me aconseja, pues que yo ya tenia muy claro lo que quería, eso era lo que decía. En ocasiones solo aparecía para hacerme algún comentario negativo sobre alguien mas, a mi en lo personal su actitud comenzaba a molestarme, ya no era divertido burlarse de los demás. Se lo dije y se rió a carcajada limpia de mí, hizo el cometario de que lo sabia, siempre lo supuso, yo sería como los demás, era lo que yo deseaba, ser aceptado y ya estaba lográndolo. Me felicito por haber cumplido mi meta a solo unas semanas de habernos conocido. El alumno superó al maestro, fue su frase para terminar la conversación.

Su ausencia se prolongo por algunas semanas, me entere que ya no se presentaría a la escuela por una nota que me dejo en un libro. Yo ya no la necesito, pensé, tengo un nuevo grupo de amigos que me aceptan, he dicho unas pequeñas mentiras, nada importante, lo mejor es que ya no estoy solo, siento como si hubiera vuelto a nacer. En la nota había algo mas, un último comentario: “Eres un puto asqueroso”.

La maldije, maldije el día y hora que nos conocimos. “Eres un puto asqueroso”. No podía sacarme su insulto de la cabeza. “Jamás voy a volver a ser la burla de nadie” eso también ella lo había dicho y yo lo tenia grabado tan intensamente como su insulto. Yo no lo sería, no estaba dispuesto. Me urgía vengarme, lo creía necesario. Era necesario para mi gritarle que era basura, que me daba pena su vida, que no había conocido a nadie con tanto rencor en el corazón, con tanta envidia, que se quedaría sola, que nadie ama a personas como ella, que no brillan, que gente como ella que necesita burlarse de los demás para esconder la podredumbre que llevan dentro nunca viven tienen paz.

Aunque la pase bien con ella y me ayudo los primeros días de escuela, me decepcionó y por eso creí odiarla. Su insulto me hirió mucho, supo dar en el punto débil que tenia en aquellos años, me conocía muy bien, es la única persona que me conocía casi a la perfección. Fueron muchas la confesiones, mucha la confianza y muy grande la decepción.

Traté en balde buscarla, se la había comido la tierra, desapreció y el único que al parecer sabia de su existencia era yo. No pregunté a mis compañeros por ella, pensarían que estaba loco. Así que busque entre los recuerdos de nuestras conversaciones alguna pista sobre su posible paradero y nada. Estaba convirtiéndose en una obsesión, hasta que de repente llegó el día en que apareció.

Me encontraba solo en la casa y sentí un aire helado, premonitorio, un fuerte dolor de cabeza me atacó, luego ese dolor fue bajando de mi cabeza a mis brazos para terminar en mis manos, inmovilizándolas. Mi mano derecha actuó como tuviera vida propia, anotó en un trozo de papel: “Puto asqueroso”. Era la Vino Tinto, siempre estuvo en mí, yo era ella y viceversa. Mi mente aclaró todas las ideas, por eso el idéntico pasado, ella era mis miedos reflejados, mis angustias, mis odios. Sin pensarlo y como una acto de autoprotección corté la muñeca de mi mano derecha, la vi desengrasarse, vi con gozo como la Vino Tinto abandonaba mi cuerpo. Perecía, se quedaba sola como yo lo deseaba.

Llore toda esa noche, prometí que no volvería a albergar a nadie como ella en mi cuerpo, yo no seria uno mas de esos llenos de odio. El mundo se ha manchado ya mucho de sangre por gente como la vino tinto. Ya no más. Decline todos los planes que había hecho y decidí vivir libremente, la vida era incierta y así lo aceptaría. Mis mejores amigos los hice en la prepa, hoy saben que soy gay, no hubo que dar explicaciones, la vida es así de sencilla, me aman y los amo. La vino tinto murió sola y yo sigo aquí, con vida y rodeado de gente que me ama.

miércoles, septiembre 19, 2007

Intermedio 2.7 (Quiero besarte!!!)




Fue cuando tenia 14 años, una tarde de martes después de terminar la tarea de la escuela, él lo sugirió. Su tono de voz fue tierno, ensayado tal vez, sus mejillas se sonrojaron, y sus manos trataron de alcanzar la mías. Le creí. Salimos de casa de mis padres, mi corazón latía muy fuerte, se me erizó la piel y una pequeña sensación de ansiedad recorrió mi todo cuerpo para establecerse en mis manos en manera de temblor. No hablamos en el camino.

Las manos siguieron temblándome por un rato más. Llegamos a su casa, no se encontraba nadie, con un movimiento de cabeza se me señalo un cuarto vacío, ahí esperé. Tardo un poco en alcanzarme, cuando llegó olía a perfume; se dio el tiempo para quitarse la camisa del uniforme, lavarse el rostro, peinarse y ponerse un poco de loción. Tenía un plan, caí en cuenta inmediatamente. Se sentó en la cama y me invito a hacer lo mismo, accedí, una vez juntos tomo mi mano y trató de halagarme diciendo que eran casi tan suaves como la de una mujer. Solo reí ante tal comentario, me pareció absurdo ya que mis manos distaban mucho de encontrarse suaves en esos días. Creo que le molestó pues me soltó y estuvo esquivo unos instantes.

En mi cabeza rondaba ya con mucha insistencia la idea de que él algo tramaba. No lograba entender por qué ese día su trato era diferente, no teníamos una relación de pareja, ni nada por estilo. Solo explorábamos juntos el mundo, compartíamos el vaivén diario y nos hacíamos más soportable la vida aburrida del pueblo.

El ambiente se encontraba impregnado por el perfume que usaba y mis sentidos estaban mas sensibles, percibía mucho mejor el aroma en el ambiente, lograba escuchar su respiración e incluso el latir acelerado de su corazón. El veredicto no podría ser otro, estábamos ya muy excitados. Lucía como nunca antes, no podía dejar de verlo, era como un semidiós y, lo mejor, estaba a mi lado.

Mordí mis labios. Correspondió a mi insinuación llevando su mano a mi hombro e inclinándome, él hizo lo mismo, dio un jalón y me acerco a él. Nuestros cuerpos se encontraron pronto juntos y noté lo mucho que encontraba excitado. Lo toque. Se retiró como un a señal de desaprobación a mi acto. Me quede perplejo, no supe que hacer ni que decir, avergonzado. Pronto pronunció lo siguiente: “Quiero que sea diferente, como unos esposos de verdad, desnudos debajo de las sabanas y que nos besemos. Quiero besarte”.

Seguí en el mismo estado que cuando creí lo había agredido al tocar su miembro. Confuso, desconcertado. No entendí de pronto lo que pedía. Me negué. Dije no. Tuvimos nuestra ya clásica sesión de “sexo” basada en manoseos, restregarnos el pene entre las piernas (nada de penetración, - esa fue mi decisión), un poco de sexo oral y terminar masturbándonos cada uno por su cuenta.

Los siguientes encuentros siguieron la misma rutina, jamás volvió a mencionar palabra alguna sobre tener sexo como esposos, ni trato de besarme. No tuve problema con eso, no lo tuve con él ni con ningunos de los otros. Sin darme cuenta me fui haciendo cada día más frío, no advertí que adelante no me relacione por un sentimiento de afecto, fue solo atracción sexual. Tuve el sexo sin penetración cuantas veces lo quise, me negué a las suplicas de unos y sucumbí a las de pocos.

Vague por la vida sin heridas visibles, fui impenetrable, una fortaleza, las murallas que levanté cumplieron su propósito. Cavaba mi propia tumba sin darme cuenta, así lo creí hasta hoy. Con el tiempo y la madurez que éste trae consigo entendí que aquel día que me negué a entregarme a él de una forma mas completa cerré una posibilidad de explorar el amor, de vivir el amor. Transité por camino regido por mis propias reglas, fui una marioneta bajo las órdenes de mis deseos, no importó no tener quien me quisiera. Tuve sexo, me sentí deseado, importante. Nunca me sentí una puta, un ser despreciable o un sodomita condenado por su conducta. .

Todo fluía, era una vida arriesgada, encuentros ocasionales a escondidas, mentiras, adrenalina y mucho deseo. En mi piel muchos escribían su nombre, redacté muchas veces por diversión un lista con sus nombres. No había culpas, solo una constante se repetía: cuando llegado el momento, en siguientes encuentros, me negaba a la penetración y los notaba molestos, terminaba el encuentro de tajo y me retiraba victorioso. Que irónico. Cada vez que lo hice siento que fue una batalla contra mi mismo, una batalla perdida. Me negué a que muchos de ellos penetraran mi cuerpo y a la vez a que penetraran mi alma.


Hoy, escondido tras las murallas antes levantadas, trato derrumbar los obstáculos que no me dejan entregarme a una vida insegura, a una vida donde se sufre por amor. Culpo a la madurez de no permitirme disfrutar de una vida como la que en el pasado llevé, soy una nueva persona, más temerosa, con más miedos e inseguridades, he resurgido de mis cenizas y dirijo mis esfuerzos a ser cada día mejor. Estoy orgulloso de lo ahora soy. Es solo que quisiera tener otro día como aquél, con la persona que sea la indicada, para ser yo quien ahora le diga: “: “Quiero que sea diferente, como unos esposos de verdad, desnudos debajo de las sabanas y que nos besemos. Quiero besarte”.

Asunto: FW: Meme (Aquí la respuesta Diego)




Las primeras imágenes que utilicé en el blog son un telón (representando el escenario del teatro) y en mi primer post un máscara, juntas defines en gran medida el significado del blog. Mas adelante sabrán por qué. La historia del blog inicia en un escenario nada agradable, yo me encontraba saliendo de una relación mal terminada y con otros cuestionamientos más sobre lo que de mí espero.

Un miércoles por la mañana escribí en la barra del buscador la siguiente frase: “porque duele el amor”. Y encontré un escrito de una mujer que al parecer se preguntaba lo mismo, Insomnio, “En mi cama” es el nombre de su blog. Entre tantas palabras ahí escritas y las emociones vaciadas a esos escritos encontré confort. Leí su blog muchas veces, y otros mas linkeados por ella, a la par por las noches comenzaba a leer el libro El lobo estepario de Herman Hesse, luego lo cambie por Siddartha. Días antes había terminado de leer “Memorias de una máscara” de Yukio Mishima. Ya en la búsqueda por encontrarme, por saber por me dolía tanto el amor y las ansias por superar mi ultima decepción amorosa escribía en mi diario lo que me pasaba y como sentía. Poemas, cuentos, simples escritos. Todo me servia para desahogarme. Entonces comprendí que lo que desde antes ya sabia, escribir me hacia bien, y ahora era tiempo de hacer algo mas. Escribir en la blogósfera, y así comencé la aventura. Desde un principio tuve claro que no seria un blog mas, sería mío y tendría que ser una extensión de mí ser. Busqué el nombre perfecto, Teatro Mágico, dos palabras que dan unidas crean el mejor espacio de expresión. Ahí yo soy todos los personajes, todas las vidas me pertenecen, me maquillo, uso máscaras, no soy juzgado, juego a tener otras vidas, es un lugar que “no es para cualquiera, solo para locos”. Para locos como yo. La demencia es el mejor estado que pude exaltar. No tengo conciencia de la realidad y la realidad no me afecta. Todos los días que escribo, cada palabra es mía, cada vida relata, todo lo soy y la vez no soy nada. Soy espectador, actor y personaje a la vez. Puedo verme en tercera persona, soy Él. Y nos encontramos con otra pieza clave, el nombre de quien escribe, Él. Él que es uno conmigo, mi alter ego.

El nombre salio del libro El lobo Estepario de Herman Hesse, combinado en su significado con todo lo que antes he leído. La idea de la máscara es por Yukio Mishima y Octavio Paz, para mi describe el como los seres humanos usamos distintas máscaras para poder sobrellevar a la vida. Algunas veces impuestas y otras tantas por voluntad propia.

El diseño del blog es sencillo, lo busque así, por que así son las cosas que más disfruto: sencillas. Me gusta la sencillez, no lo común, no lo corriente, esas cosas que la vida te regala a diario y se disfrutan aun sin estar consiente de ello. El blog es para mi el espacio donde me despojo de mascaras, donde puedo abrirme y expresar sin miedo lo que soy. Aquí soy una maquina de realidades. Fin de la historia.

martes, septiembre 18, 2007

¿Soy?...




Soy blanco y negro,
calor y frió,
cielo e infierno,
vida y muerte.

Soy presente,
sin pasado,
sin futuro.
sin más tiempo que éste.

He muerto,
renacido,
vuelto a morir
y otra vez he renacido.


Soy un hombre que no sabe quien es,
perdido en su propia búsqueda,
temeroso de no encontrarse
y a la vez de estar frente a si mismo.


Soy contradicción por naturaleza,
las dos caras de moneda,
lo absurdo de lo ya absurdo,
lo incierto, lo desconocido.

Soy viento, agua, tierra y fuego.
Soy todo y todos.
Soy el resultado de un experimento divino.
Soy… ¿quien soy?…


jueves, septiembre 13, 2007

Soñé que era...

Extraño sueño el que tuve la noche de ayer y que enseguida les voy a relatar:

Soñé que era una PUTA, si, así como leen, me soñé como una mujer liviana. Pero antes de relatarlo es mi obligación aclarar que no estoy en contra de las mujeres y mucho menos de las que por necesidad o pasión ejercen tan antigua profesión –no es un escrito para juzgar, o debatir sobre el tema, es solo un simple sueño. Aclarado lo anterior demos inicio a tan singular historia.

La noche de ayer, mientras me cenaba una lata de atún, una disparatada idea brotó en mi mente: “si existe la reencarnación, ¿Qué vidas le tocarían a mi alma en el pasado?, seguro fui puta, jajaja” reí. Termine de cenar y no di importancia mayor a mi comentario, en ese momento no la tenía.

Llegada la hora de ir a dormir, después del ritual nocturno del cepillado de dientes y embarrado de cuanta crema ofrece juventud, detuve la mirada en el espejo para verme, tan sexy con mis calzones rojos, calcetines puestos por eso del frío, mirada de quiero comerte entero, me lancé un beso y susurré frente al espejo: seguro si fuiste puta, una muy vanidosa, materialista, narcisista, paranoica y obvio hedonista. Esa era la segunda vez que la idea estaba presente, nuevamente no tomó importancia y no lo hizo después. Me fui a la cama con todas las ganas de dormir.

Probablemente han escuchado que nuestros sueños así como pueden ser la voz del inconciente, bla bla y mas bla, también pueden ser un simple reflejo de lo que durante el día hicimos o pensamos, cosas como que si nos vamos a la cama con un problema pendiente pues lo soñamos y alguna idea que se nos ocurrió igual puede ser inspiración para nuestros sueños. En fin, lo que quiero decir es que mi sueño seguro se debió a la idea que me vino estando en la mesa.

Antes de soñarme como una cortesana tuve otro sueño, uno muy pequeño, donde yo corría desesperadamente tras una concha (nombre de un pan dulce muy tradicional mexicano), ese sueño lo expliqué a mi ser racional como el resultado de estar tanto tiempo con ésta maldita dieta que ya nos tiene casi en huesos (no es cierto, aún falta). Desperté algo sudoroso, encendí el ventilador y volví a la cama dispuesto a dormir como una piedra. No fue así.

Cuando por fin logre dormir, no como una piedra pero dormí. Comenzó la gran aventura de una puta.

Estando ya en un nivel de ensoñación elevado, sentí despertarme como en una realidad alterna, me encontré en un departamento sentado en un sofá negro de piel, vistiendo un pequeño vestido negro salido de la ultima colección de D&G, zapatillas de animal print (cebra) con tacón alto, un bolso pequeño con el mismo diseño que las zapatillas y con la insignia de Roberto Cavalli, segundos después distingo dentro del bolso un estuche de polvo (maquillaje) de Christian Dior y un labial rojo Channel. Dejo el pequeño bolso en el sillón, me levanto con movimientos muy lentos, sensuales, juguetones, logro ver mi silueta en el espejo de la recamara que da a la sala, soy atraída (por eso de que “inconscientemente” sabia que me soñaba como mujer) por la imagen reflejada de mi cuerpo, en un plan vouyerista de disfrutarme frente al espejo juego con la idea de tocarme desnuda y observar mi cuerpo excitado, el ring del teléfono me lo impide.

El teléfono sonó y hubo que abortar la idea anterior. Contesté, una muy sexy voz estaba del otro lado, era él, todo un hombre, se presentó como el Lic. X quería que confirmar la cita. Soy una puta pensé para mi. Le di la hora y la dirección. Ahora solo había que esperar…

Nuevamente en el sofá estire mi mano para alcanzar de la mesa un libro, uno muy delgado que se encontraba junto a una lámpara estilo minimalista, el libro se encontraba acompañado de una botella de vino tinto y una copa lista para ser usada. Había tiempo suficiente para tomar un poco de vino y leer, se antojaba mucho hacerlo, serví la primera copa y abrí el libro, se trababa de una pequeña recopilación de poemas de Jaime Sabines. Leí lo siguiente: “Todos te desean pero ninguno de ama. /Nadie puede quererte, serpiente, por que no tienes amor, /por que estás seca como la paja seca y no das fruto.” un fragmento del poema Casida la tentadora, no pude terminar el poema por que el teléfono interrumpió nuevamente.

-No puede ser que se haya adelantado, me dije en voz alta. Dude en contestar, leer y beber parecía mas interesante, pero decliné mis intensiones y me puse al teléfono.

-Diga.
-Hola soy yo, R.

Recocí la voz de inmediato, no era de ningún cliente, me quedé en silencio. Era mejor no hablar. Mi corazón se agitó, latió más fuerte, a R me unían lazos más fuertes que una relación cliente-prostituta.

-V, soy yo. R, te he estado llamando y no me contestas, por favor hazlo ahora. Solo quiero que hablemos.

Seguí muda yo no podía contestar, no a él. Colgué, camine en círculos por la sala escuchando el maldito teléfono sonar, no podría ser el Lic. X de eso estaba segura, era R y no quería hablar con él.

Imágenes de R en donde parecía ser un hombre muy irracional y violento vinieron de inmediato, me daba miedo tuviera algún arranque de furia y llegara al departamento mientras me pudiera encontraba ocupada con el Lic. X. No era una escena que quisiera vivir, y menos en mis sueños, solo se me ocurrió salir del departamento y tratar de cancelar la cita con el Lic. X. Tomé mi bolso y metí en él mi celular, un Motorota K1 rojo, saque el labial y retoque mis labios de un color rojo intenso, rojo sangre, rojo pasión. Me di tiempo de coquetearme un poco frente al espejo, tome un abrigo, pues el clima parecía estar fresco afuera, y abandoné el departamento.

Camine por calles que no lograba reconocer, me sentí aterrada. Mientras caminaba, vagando sin rumbo, me reí un poco del reflejo que veía en los aparadores de el algunas tiendas que pasé, me dije que estaba muy alejada de ser la imagen de la puta que personificó Julia Roberts en “Mujer Bonita” y más bien parecía una Samantha de “Sexo en la ciudad”. No era una callejera, yo era una puta de nivel, una cortesana. Vestía bien, tenia clase y cultura, buenos clientes al parecer, un departamento de lujo, finos muebles, bebía buen vino, en fin era una reina del consumismo y materialismo. Era rica, fría y tal vez hasta manipuladora, solo tal vez.

Después de tanto caminar me detuve frente a una plaza, la plaza FC, famosa por albergar durante las noches a prostitutas. No advertí de inicio el lugar en dónde me encontraba, no fue sino hasta tener frente a mí a un automóvil blanco como la nieve. Bajaron el vidrio del lujoso “Mercedes” e hicieron la tan clásica y grotesca pregunta de quienes buscan un poco de placer en esos lugares.

-¿Cuánto cobras?
-Disculpe, yo no estoy aquí por lo que usted busca. Contesté. Que tipo tan corriente y vulgar, pensé, seguro a de ser político.
-La pregunta fue clara. ¿Cuánto cobras?
-Igualmente lo fui yo señor, no soy prostituta, no estoy en venta. La seguridad con que lo dije me convenció de que podría ser cierto, quizá no era prostituta y no estaba en venta.
-Sube al auto. Me gustas tú y contigo voy a coger.
-Adiós.

Di por terminada la conversación.




Camine con mucha prisa tratando de dirigirme a hacia donde hubiera gente y estuviera alumbrado sobretodo, ya que la plaza se caracterizaba además de su vida nocturna por contar con poca luz, los tacones terminaron por ser muy molestos en el trayecto, intenté correr descalza, mi pecho se encontró agitado rápidamente, mi respiración cortada, no avanzaba al ritmo que yo deseaba, era mucha mi tensión. El cuate de aquel lujoso auto no me daba confianza, sus ojos no reflejaban un deseo carnal, eran uno ojos de mirada inquisidora, sus manos le temblaban, reflejo de mucho nerviosismo y el tono de su voz era quebradizo y fuerte, como de quien quiere imponerse pero le cuesta. Un delirio de persecución me invadió.



Me detuve para recuperar mi respiración, noté que si giraba en la esquina de N estaría más segura, el alumbrado era notorio, era una calle con cantinas y bares que con el tiempo perdieron prestigio. Al girar la esquina me tropiezo con R, salía de una cantina, borracho y apasionado (como dice la canción de José Alfredo Jiménez). El encuentro fue igual de sorpresivo para los dos, preguntó que pasaba, porqué me veía tan alterada, le conté a grosso modo el incidente de la plaza y con dulce tono de voz me dijo que todo estaría bien que no me preocupara mas, él me protegería. Yo era su niña y mientras estuviera con él nadie jamás me dañaría. Todo me lo dijo tambaleándose, cayéndose de borracho. Me pidió perdón por el daño que me hizo y cuando trato de besarme: que me vomita. Yo tenía el abrigo abierto. Me vomitó mi vestidito D&G el muy pendejo. No pude soportar más y, me desperté…

miércoles, septiembre 12, 2007

Un simple humano...



Me despojaste de la máscara, lograste ver en corto tiempo lo que ha todos he negado, borraste de mi rostro toda expresión de felicidad, jugaste el papel de víctima y la sombra de verdugo cayo sobre mí. Me convertiste en tu pesadilla, fui tus demonios, tus miedos. Tu personaje de ser amoroso y encantador, tu tan gastada máscara, requería una muerte señorial y encontraste en mí un fiel discípulo y al asesino perfecto.

La soberbia y el egoísmo te cegaron, no consideraste que al arrebatarme la máscara lo que verías seria otra máscara más. Pronto aprendí tu juego, eres un buen maestro, soy un alumno dedicado. Baje al infierno para acompañarte en la subida, en tu subida al cielo, lo hicimos juntos. Juntos contaminamos el cielo con nuestro juego.

Fuimos expulsados, tu al infierno, yo a la tierra. Me han castigado con tu presencia en mi vida por toda la eternidad. Los papeles cambiaron, ahora yo soy la victima y tu el verdugo, mis miedos, mis demonios. Seré humano y estaré eternamente tentado a acariciarte, a adorarte. Eres mi debilidad, mis pecados. Eres Ira, Gula, Soberbia, Envidia, Lujuria, Codicia y Pereza. Eres parte de mí, vives en mí junto con lo celestial, en ocasiones despiertas para enterarme que soy un humano, que sufro por eso. Que perdí mi divinidad y que debo luchar contra ti para recuperarla. Sencilla la decisión que debo tomar: perderme en tus encantos o descubrir los propios.

Reconozco en mí que soy las dos caras de una moneda, en ratos el lado oscuro de la luna, en otros ratos soy más brillante que el sol. Contradictorio lo que de mi vida hago, juguete de todos, dueño de nada, amante de ocasión, esclavo de mis propios deseos, un simple humano. Equivocado? No. En busca de la eterna vida prometida

Mi dedo...


Te voy a conceder un deseo,
uno solo y nada mas,
se que mucho lo has pensando,
es un sucio capricho el tuyo,
te masturbas exaltándome,
gozas con mi imagen excitada,
te sueñas penetrándome,
oh! dedo lujurioso,
hacedme lo que tanto has deseado.
(Sucio poema, en honor al los últimos post de una ya querida amiga, Morgan)

martes, septiembre 11, 2007

Intermedio 2.5 (Quiero comprar un cuerpo)


Quiero comprar un cuerpo,
que sea distinto al mío,
un cuerpo de un hombre,
sin cicatrices, un simple y llano cuerpo.

Quiero comprar un cuerpo,
sin emociones,
sin sentimientos
sin un pasado a cuestas.

Quiero comprar un cuerpo
para llenarlo de todo lo que quiero,
compartirle de mis sentimientos y emociones,
un cuerpo que me ame.

Idea narcisista de amarme en otro cuerpo,
la que yo tengo clavada en mi cabeza,
pero entiendan que sólo otro cuerpo,
un cuerpo distinto al mió,
compartido de todo lo que soy,
me haría entender que en el amor de dos,
no se puede buscar el reflejo de si mismo

lunes, septiembre 10, 2007

Conspiración en mi buró...


Los recuerdos de mi memoria plasmados en el diario y guardados en el buró de mi recamara se están desvaneciendo. Le he preguntado a un montón de fotografías viejas si ellas saben algo al respecto, su respuesta: negativa. Pedazos de papel con una escritura que no es la mía, cartas de terceros, se encuentran intactos. Es un hecho muy extraño, así que les hice la misma pregunta que al montón de fotografías, y que obtuve, me constaron al mismo tiempo con algo que no entendí de inicio y ya al final me di cuenta que su respuestas no fue sino la recitación de sus contenidos, esos pobres trozos de papel ya no tenían vida ni sentido alguno de seguir viviendo. El tiempo los consumió, les quito toda emoción y todo sentido convirtiéndolos en simples pedazos de papel manchados de tinta. Me sentí triste por ellos, me imagine lo deprimente que es vivir solo por vivir, carecer de una motivación, no tener un propósito o algún fin.

Mi paciencia se agotaba, he de decir que no soy muy paciente, y como el diario no me daba respuesta alguna, ni las fotografías y no digamos los trozos de papel, apelé a la buena voluntad de mi pluma (bolígrafo), el sabría lo importante que era para mi saber que sucedía. Solo el bolígrafo, las hojas de mí diario y yo conocíamos tal contenido y su importancia, apelar a su complicidad era una buena idea, al principio me pareció serlo, trate de convencerlo con el siguiente argumento:

-Eres el bolígrafo que me ha acompañado todo este tiempo, juntos hemos plasmado en papel importantes vivencias, has sido mi cómplice, he llorando junto a ti y mis lágrimas en unión a tu tinta han dejado huella de mi dolor. Dolor que compartimos, sin ti y sin lo escrito temo perderme, ayúdame, te lo suplico, ayúdame a entender que pasa.

El bolígrafo contestó:
-Es una conspiración, no puedo decirte más.

Se marchó y por un tiempo no volví a ver, en nuestro reencuentro solo me dijo que me abandonó por que estaba avergonzado.

La idea de la conspiración me pareció un verdadera burla, pinche plumita bic, que loca pero me que me cree su idiota estuve molesto, muy molesto hasta que de pronto no me pareció tan descabellada la teoría de la conspiración. Un rato mas tarde yo ya estaba envuelto en una telaraña de preguntas sin respuesta, buscando explicación al porqué mi diario, la libretita que desde tiempo antes es mi confesor, me estaba saboteando. ¿Será demasiada la carga emocional? ¿Es mucha la responsabilidad que le asigné? ¿Mi vida es tan aburrida o abrumadora? ¿Posiblemente necesite unas vacaciones? ¿Estará cansada de mi egoísmo? ¿Entendió que he repetido la misma historia por más de un par de veces y quiere decirme de alguna forma que ya basta? Y otras preguntillas mas…

Me cargue de valor, con bolígrafo nuevo en mano me planté frente a mi diario, le dije que ya sabía lo de la conspiración en mi contra, he aquí nuestra conversación:

-El bolígrafo bic ha confesado, no puedes negarlo más.
-Ese bolígrafo que sabe, si solo “no sabe fallar” o no dice eso su publicidad.
- No te hagas el gracioso, te he revisado mientras dormías y has desaparecido sin mi consentimiento algunos escritos, que te pasa, he?
-Tú puedes revisarme cuantas veces quieras, soy tuyo, soy tu vida y no me necesitas como tanto como crees. Por eso…
-Como que no te necesito…
-Déjame terminar. Por eso has buscado otra forma de expresión, o no?
-De que hablas? Otra forma de expresión/ la pintura? Hace tiempo que lo hago y lo sabias, me gusta pintar…
-No me refiero a eso, es…
-Es qué? Habla claro y di…
-Tú blog, tú blogcito ese al que ahora le cuentas de ti…
-Jajaja. Estás celoso?, todo es por eso?

Mi diario se encontraba celoso, no había complot alguno, solo estaba tratando de llamar la atención, se sintió abandonado y por cada escrito en el blog el diario borraba uno dentro de el. El trato final fue que seguiría escribiendo en mi diario asuntos mas personales y de una forma libre, en el blog escribiría con mis falsas dotes de escritor.

Imaginé tu muerte… (Parte III)

III

Me olvide que lo que nos mantiene con vida es la ilusión de amar y ser amados, que el corazón es el órgano del amor por excelencia- y yo que arrojé el mío al abismo, me robe el tuyo y no sirvió de nada-. Olvide que era mi sangre, mi sangre aún llena de amor por ti, la que todo este tiempo me mantuvo vivo. Fui yo quien te dio vida y te la quito, soy quien cada noche te trae al mundo de los vivos para amarte de una manera egoísta. Soy quien cada día, cada hora, cada instante de su vida te inventa, te da vida, te ama y llora en tu lecho de muerte. Tú no existes a no ser por mí y yo existo porque estoy esperando verte llegar…

Imaginé tu muerte… (Parte II)

II

Ahora me confiesas quien fue tu asesino, el primero, él. Él a quien tanto amabas. Luego en segunda instancia me inculpas a mi, que según tu solo por placer te di vida para el mismo día quitártela, que idiota eres. No has entendido nada…

Imaginé tu muerte… (Parte I)


I


Encontraron rastros de ti en una de las palmas de mi mano, se encontraban aun frescas, eran gotas de sangre. Gotas de un color rojo vivo, de hermosura envidiable, provenientes solamente de alguien que debe amar en demasía, o debió hacerlo (supongo ya sabes que estas muerto). Solamente en mi mano hubo huellas de ti. Pues el único órgano en mí, el único testigo que podría delatarme como tu asesino ya no se encontraba en mi cuerpo, fue extirpado. Yo lo hice. Me arranque el corazón, lo saque de mi caja toráxica la tarde en que fui a buscarte a tu casa y antes de verte lo tiré al abismo, unos después del día en que me saque los ojos para no verte mas, el día de mi visita al infierno, lo recuerdas? Ese día te envié unas flores con olor a putrefacción y una nota en la que te citaba en mi casa, te quería entregar los restos que guardaba de ti, pero no acudiste, no lo hiciste, ya estabas muerto. Toqué la puerta, toqué muchas veces sin obtener respuesta, el olor que salía de debajo de la puerta me recordó las flores que yo mismo te había enviado, aunque me alertó que algo estaba pasando el hecho de que el olor era mucho mas fuerte, mas fétido, olor a muerte. De inmediato te supuse muerto, me imagine tu muerte y la gocé por un rato, luego quise verte tirado en tu cama, desangrado, bañado en lagrimas, tus ojos secos y con el rostro sin expresividad. Grite de rabia y a patadas tire la puerta, cómo te vería si días antes arrojé mis ojos a las llamas del infierno. Me odie y te odie más a ti por haberme negado disfrutar de tu muerte. Luego vino la calma, encontrándome mas tranquilo acaricié tu cuerpo, sentí tu muerte, del hueco donde antes estuvieron mis ojos salieron una gotas de sangre que fueron directo a tu pecho. Con la claridad que había en mi cabeza pensé que si la policía encontraba esas gotas me acusarían de tu homicidio, tú no suicidaste, eso lo tengo muy claro, eras un cobarde, así que tratar de limpiarlas me di cuenta que mi sangre te daba vida, que el lugar donde cayeron las primeras gotas se encontraba ya incorrupto, sin huella de muerte. Extrañamente seguía circulando en mi cuerpo amor por ti y aún mas extraño ese amor te revivía. Así fue que decidí regalarte nuevamente mi vida, pero ahora te regalaría la vida que llevé cuando me hiciste sentir como si estuviera muero. Antes de hacer una herida en mi pecho que me desangre, envenenaría mi sangre, pero no. Decidí algo mejor, sacarte el corazón y quedármelo yo, tendrías vida, una nueva vida, pero sin corazón. Ya no amarías a nadie más, no lo amarías más a él, a tu asesino. Vivirías solo para sufrir. Hice una herida en tu pecho que me permitiera sacarte el corazón y luego otra igual en el mió, mientras me desangraba puse tu corazón en mi pecho y me recosté sobre ti. Te bañe de mi sangre, tendrías vida, eso supuse…

viernes, septiembre 07, 2007

Querido Boy George:

La noche de ayer te brinde fiesta en mi corazón, mis manos necias te aplaudían como señal de bienvenida, mis oídos se regocijaron al escuchar tu voz. Todo fue júbilo, mi cuerpo te recibió rebosante de placer, la música que acompañaba a tu voz no pudo ser más perfecta, y luego tu imagen, eres un Dios Andrógino, un espejo sin la mancha de humo que enturbie mi reflejo. Te ame, te hice mío, me hiciste tuyo, nos hicimos el amor hasta llenarnos de nosotros mismos todo al ritmo de tu música.





Un gran placer haberte conocido tan a tiempo mi querido Boy George.



Intermedio 2.5 (Válga la redundancia/Soñé que me soñabas)

Soñé que me soñabas,
dormía en tu sueño,
me contemplabas despierto
mientras vigilabas mi sueño.

Yo soñaba contigo
era un hermoso sueño
en el que yo soñaba
que tu me soñabas.



(Me quede soñando, ja, ja, ja)

Salió de mi cabeza en tarde de viernes, escrito para ti que tanto te sueño.

jueves, septiembre 06, 2007

Quiero mariposas en mi estómago!!!


Comencé a escribir y lo único que brotaba de mi cerebro eran relatos tristes, historias tan contadas, todas iguales. Caí en cuenta que la trama era muy parecida, el pobre tipo abandonado que no sabe como sobrevivir con un corazón en pedazos, pude observar que solamente cambiaban los rostros y nombres de los terceros involucrados, junto con otras circunstancias secundarias. Lugares, fechas, tiempo, amigos compartidos son lo de menos en estas historias pues el final siempre es el mismo, la misma escena de desenlace: un personaje, que no se entiende ni a sí mismo, tratando de entender el porqué el otro lo abandono. ‘uta de weva, me cansé. Ya lo he repetido millones de veces y no me importa hacerlo otro millar de veces más, ME CANSE. Repetir la misma historia no me hace feliz, lo he sabido desde hace tiempo. Pero no, no verdad, el niño sigue aferrado a al idea rosa del amor (romántica), creyendo que en algún lugar (un muy, muy lejano lugar) esta un príncipe azul esperándolo. He estado esperando por “n” cantidad de tiempo que llegue un cuate que quiera quererme, solamente pido eso, con una ching… qué es tan difícil. Qué no hay en el mundo un cabrón que me quiera. Quiero el wey con el que no me de pena mostrarme tal cual soy, física y emocionalmente, ese que en las mañanas te desea un buen día (aunque no despierte a tu lado). Quiero al que te dice que gordito te ves mejor, al que un día negro en tu vida esta a tu lado, el que sabe que te estas pudriendo por dentro y no se aparta, al contrario te ayuda a ver un poco de luz. Estoy esperando al que sueño todos los viernes y sábados, el que amanece en mi corazón los domingos por la mañana, ese que ha llegado y se ha ido, ese que he inventado. Quiero una sola oportunidad de demostrarle a alguien que vale la pena quererme, arriesgarse incluso a enamorarse de mi. Joder!! Solo quiero ENAMORARME. Sentirme perdido de amor.

Al primero que me de el tiempo de demostrarle cuanto amor soy capaz de dar le voy a ofrecer mi alma (luego de comprársela al diablo de regreso por supuesto, j aja), bueno, el alma sonó muy presuntuoso, le voy a ofrecer lo único que tengo: a MI. Le voy a pedir seamos el 11 (once) perfecto, siguiendo siendo uno (1) por separado pero un mismo número (11) juntos.

miércoles, septiembre 05, 2007

¿Confesiones?



La carta no enviada.


Mi propia excomulgación.


El suicidio del alter ego.


Noches de diazepam.


Botellas de vodka compartidas.


Conversación terminadas de madruga.

Mentiras y más mentiras.


Fotografías rotas.

Miedos no enfrentados.

Amores inventados.
Odios perpetuados.

Heridas.


Nada por confesar, libre de pecado.

martes, septiembre 04, 2007

Un extra / (No)Típica Tarde

Ni la vista panorámica de la ciudad, el cielo nublado de romanticismo o la música de Norah Jones de fondo fueron suficientes para evitar una típica tarde.

Les cuento:

La tarde de ayer fue la típica tarde compartida con el típico extraño, comenzamos con algunas mentiras disfrazadas de verdad y viceversa, luego miradas esquivas, entonces vinieron unas caricias tímidamente correspondidas seguidas por el intercambio de líquidos salívales (durante entre el primer beso y último beso), después el despojo de prendas, ya entrados caricias cada vez más sensuales y sexuales, para terminar una mala sesión de sexo mantenida en el asiento trasero del auto y la ya tan típica frase de despedida: Nos vemos luego…
P.d. No tengo muchas tardes de éstas pero supungo sería muy típica si las tuviera.

Luxure


Lujuria

Lust

Luxure

Sineeslust

Lujuria

Luxure

lunes, septiembre 03, 2007

Intermedio 2.4 (Cielo Gris)


En días como hoy de cielo nublado, poca concentración (no se diga la nada inspiración) y recuerdos mal ordenados, sería mejor no escribir.

Ausentarse o mejor aún disiparse en alguno de los tonos grises del día. No advertir ni el menor rastro de la propia existencia.

Ser uno más de ellos…