jueves, septiembre 27, 2007

Ficción (verano 2005)

I. La noche negra.

Esa noche estuvo amenizada por botellas de tequila, música popular (banda, grupos norteños y una que otra cumbia), cigarros, cervezas, confesiones, preguntas sin respuesta, confusión y mas confusión. La conversación sostenida con un tercero parecía no avanzar, cada palabra, cada frase que pronunciaba lo enlodaba más. Por mi parte no estaba dispuesto a continuar, el alcohol ya había hecho demasiado efecto negativo en mi organismo y no me encontraba con ánimos de dañar mi corazón. Además el olor a cigarro en mi cuerpo comenzaba ya a ser molesto. No. Yo no seguiría en esa conversación a ningún lado.

-Me voy.
-No te puedes ir en ese estado
-Ja. Me vas a llevar?
-No puedo.
-Me voy.

Arranqué el auto cegado por la ira de no haber llegado a ninguna conclusión, él sabe que no me gustan las verdades a medias, manejo unas cuadras, una llamada en el celular.

-¿Qué pasa? Contesté en tono molesto.
-¿Cómo estas?, ¿llegaste a tu casa?, ¿no quiero que las cosas queden así?
-Demasiadas preguntas, ¿no?, ¿qué queden cómo?
-Pues así, somos amigos…
-Ya no lo somos…
-De verdad, quiero que hablemos…
-Mañana.

Del camino a casa sólo recuerdo un pequeño choque que di en mi auto a una camioneta, huí de la escena por supuesto, después miles de frases vinieron a mi mente, insultos, oraciones en sentido peyorativo visitantes de un lejano pasado. No quería escucharlas, las odio, siempre y desde siempre las odie. Mi cuerpo temblaba, llegué a casa. Perdido, ausente, borracho, ya no sé…

II. El umbral.

Ya estando en casa, en un estado bastante vergonzoso, me desnudé, pensé que si moría sería muy buena idea que me encontraran desnudo, mi sello de muerte. Mi última broma en vida. Abrí el refrigerador y en un vaso me serví el resto de vodka que guardaba; por cierto, en el refrigerador había un plato con arroz blanco y enchiladas rojas, mi plato favorito, lo dejó mi mamá en su visita. Continuando, me bebí el vodka, me tiré en el sofá de la sala, es rojo, y en caso de que derramara sangre no se mancharía mucho. Dormí, al menos eso creo, la embriaguez me ganó. Despierto o aún dormido lo que vi me sorprendió de sobremanera, un umbral, de luz azul destellante, hermoso, irradiaba felicidad, entré. El tiempo en el que lo crucé me pareció muy largo, me llenó de paz.

Al terminar de cruzarlo me di cuenta que me encontraba en la sala, mi sala, con mis cosas, mi sofá, mi mesa, mis cuadros. Pero todo era diferente, que diferente mejor, los colores mas brillantes, todo parecía nuevo, limpio, con una pulcritud que daba miedo tocarlos. Mi olfato pudo percibir un olor a incienso, olor a lavanda. Dulce aroma. Escuche murmullos, me percaté de inmediato que no me encontraba solo en la habitación, la mesa ya no estaba vacía, ahora se encontraba decorada por una fuente de chocolate, fresas, una botella de vino tinto a la mitad y copas limpias. La gente celebraba algún acontecimiento, mi muerte pensé, evité el pensamiento y dirigí mi atención a los asistentes. Notaba una extraña comunión conmigo en todos ellos, no tarde en advertir que todos ellos eran uno con ellos y uno conmigo. Todos tenían algo de mí en su interior, no solo era que físicamente eran iguales a mí, no cada uno a la vez era diferente. Compartían el parecido físico y algunos pecados por mí cometidos.

Eran Él, Ellos, todos los personajes que en días pasados yo había creado, imaginado ser, representado, dado vida. Se mostraron ante mi para que yo reconociera en ellos todo de lo estuve renegando esa noche, todo lo que no aceptaba, lo que me hacia daño, lo que me causaba felicidad. Me mostraron lo que yo era y creía haber dejado atrás, seguían siendo parte de mí, todos y cada uno, los buenos, los malos. Pude reconocerme en todos los personajes, me dio miedo, mucho miedo.

La velada cambiaba el rumbo, los malos seducían a los buenos, algunos de los buenos correspondían, era una onda como Sodoma y Gomorra, yo era un espectador, un fantasma, eso parecía en un principio pues nadie me veía. No era así, no por mucho tiempo. La incitación cada vez era mayor, la excitación de los cuerpos era muy notoria, el aroma el ambiente cambiaba. Era molesto. Fui observado, con una seña uno de ellos alertó al resto, ahora todos me veían, lanzaban miradas llenas de lujuria, los atrevidos sin descaro, otros con recato, yo en el centro, temeroso, asfixiado. El aroma me asfixiaba, era cada vez más fuerte, olor a carne en descomposición, a putrefacción, sus rostros denotaban un estado demacrado, estaban muriendo. Me desmayo…

III. El sueño.

Desperté bañado en sudor, no me gusta bañarme y mucho menos en sudor (cosa que no viene al caso), toqué mi cuerpo, helado, lleve mi mano derecha a la muñeca de la izquierda y revisé mi pulso, que suerte, seguía vivo. Respiraba el olor a mirra, incienso usado en celebraciones religiosas (misa católica), ya no me encontraba en la sala de mi casa, era un zaguán, un recibidor de esas casas con antigua construcción, reconocí el lugar en el me encontraba; el escenario de un sueño que se ha repetido muchas veces desde niño, me alegre. Mi corazón latió como lo hace normalmente, ahora descansaba.

El sueño del que hablo es uno de esos que se repiten y no logramos saber que hace que eso suceda. No es el único que he soñado más de una vez, he tenido otros no tan buenos, pero este en especial me llena de mucha paz. En el sueño salgo de mi casa huyendo de algo o de alguien, nunca he logrado identificar quien me persigue, solo el sentimiento de acoso es el que me impulsa a correr sin parar. En la persecución siento mucha desesperación, pues mis esfuerzos por correr mas deprisa se ven disminuidos, por no se que fuerza extraña, una sensación de abandono me invade, quiero llorar y no puedo, debo concentrarme en correr. El recorrido siempre es el mismo, de mi casa paso por la antigua casa de unos tíos, giro a la izquierda en la primera cuadra, luego corro dos cuadras derecho, vuelvo a girar a la izquierda, corro dos cuadra y media mas para llegar a la casa de unos desconocidos, entro y lo primero que veo colgado en la pared es un Cristo crucificado, el Cristo del templo menor de mi pueblo, el olor a mirra me llena los pulmones y duermo…

IV. La mañana pintada de rojo.

La realidad es cruel. Es el día siguiente a la noche negra. Sigo desnudo recostado en el sofá, la resaca me mata, a pesar de eso me siento aliviado, todo lo vivido – o soñado durante la noche- me parece lejano. Solo el eco de los hechos me llega, trato por un rato de aclarar las ideas en mi mente, no logro nada. Me levanto para buscar la ropa y vestirme, la mañana me tiene una sorpresa, un regalo. Pasaron unos minutos para recuperarme de la impresión, la mañana esta pintada de rojo, no doy crédito a lo que veo. No pudo pasarme a mí, no a mí. Hay manchas rojas en mis manos, puede ser sangre, tiemblo, la cabeza me quiere estallar, lloro, me culpo, no recuerdo nada…

V. Ficción. Dulce placer para los locos.

Llevo en mi desesperación las manos a mi rostro buscando las heridas, las marcas de mi acto, tengo miedo de confirmar lo ya pensado y dado por hecho. Cobarde, mientras acerco las manos al rostro cierro los ojos, soy un cobarde me dije. No pude superar que mi amigo no aceptara lo que yo había confirmado de en mi persona. Que idiota. El olor, ese olor que respiro. Es chile rojo, el chile de las enchiladas de mi madre, me las comí a mano limpia en mi borrachera, no es sangre, me río a carcajadas. Que tonto fui, no era sangre.

En mi cabeza una idea: ¿algún día en verdad, lo haría?...

7 comentarios:

Morgana dijo...

hola guapo de ojos expresivossssss, solopaso a dejarle un comentario, esta vez regresare mas tarde a leer, debo hacerlo con calma, a mi lo rapido no me gusta, si no,no lo saboreo.... gracias por los besos que me ha dejado...me gustaria sentirlos...de verdad hablo enserio....

oye que faltas de prtografia he puesto en comentarios anteriores...dispenseme usted....eso mepasa por escribir rapido no veo ni queletra pucho...dispenseme mil veces....yo se que usted amado y amante mio entiende...prometo ser mas cuidadosa....

lo extraño mucho...besos ricotes, apretaditos para repartirlos en su cuerpo......mua...muuuuuuuuuaaaaaa

Dídac Muciño dijo...

oh por dios!!!.. que padre, y estilizado escrito.. te voy a contar algo.. yo no soy de esas personas, que vienen y te echan un cuento filosofico, se me hace de lo mas absurdo.. que empiencen a relacionar todo, con un sentimiento.

Sabes?.. yo no lo ago, por que no se, y ni tengo la capacidad pero si la tuviera.. me la quedaria con migo...

Solo te puedo decir, que cada vez que leo, me llena de grata emocion cada cosa, por que, por primera vez, alguien me hizo imaginar sentir, emocionarme.. con unas simples y sencillas palabras.. pero tan llenas de magnificas experiencias..

Me gusta... demasiado lo que escribes!!.. y tu fotos!!!! amo tus fotos!!..
(alguein por hay me dijo,que para entender a los demas, tengo que enteder me.. yo no se, pero no todos pensamos igual.. tu que opinas?)

Saludos!! y abrazos

Dídac Muciño dijo...

oye.. cambiamos de fot.. tu me das todas las que tienes.. yyo la mia.. va?.. jejeje

Él dijo...

diego
Gracias por los halagos al post, me gusta que te gusten (con redundancia y todo). Estoy de acuerdo en no filosofar sobre la ideas de otras personas, a mí parecer es algo absurdo, por que para empezar no sabes que originó esa idea, tendrías que entrar en un discusión con esa persona y talvez solo así funcione. En fin. Respecto a la idea de que primero debemos entender a los demás y luego a nosotros, estoy absolutamente de acuerdo contigo en que no es la mejor opción, ir de lo general a lo particular puede funcionar en algunos casos mas no creo que lo haga en la búsqueda del propio entendimiento. Somos muy parecidos entre nosotros, y si partimos de la premisa que todos somos energía, terminamos siendo un todo, pequeñas partes de la misma materia, pero bien lo dice la física “la energía no se destruye, solo se transforma” y nosotros estamos en constante transformación. Podemos ver rasgos que nos identifiquen con alguien más, pero existen otras variables, infinidad de circunstancias que me hacen imposible creer que la experiencia de un tercero sirva para que yo me entienda a mi mismo, que llegue a mi propio conocimiento, estaría viviendo la vida de otro. Sin conclusión, que te puedo decir yo, yo que estoy en la búsqueda y cada vez me sorprendo mas de lo que en mi encuentro. Ni siquiera endiento por que sigo llorando con una película que he visto miles de veces…


Lo importante es el crecimiento del ser humano y existen muchos caminos para lograrlo. Yo creo que somos el resultado de mucho y eso es lo que nos identifica, para que me entiendas quiero decir que tendrías que ser mi sombra, vivir lo mismo que yo, leer lo que yo leo, ver las películas que veo, en fin vivir mi vida. Todo eso para poder entenderme un poco. Si todo lo que a diaria vivo me hace diferente a ti imagínate del resto…

P.d. toda una pinche carta y no llegué a nada, pero esa es la idea, jeje. Las fotos son tuyas, toma de mi blog lo que quieras... es para compartirse(claro con permiso de su autor, osea yo)

Él dijo...

Morgan, si es en serio lo que dices. Me veo obligado (por mis principios aprendidos a golpes, jaja es broma) a decirte que....





















con mucho gusto, hermosa. muak

besos mordelones de pompis y bubis

Morgana dijo...

hola chikitoooooo,( debes verme como lo digo) bueno eso sera un poco dificil, pero podrias verlo (ya que todavia veo caricaturas) lo hago algo asi com el monito de la era de hielo(sid el perezoso)

bueno a lo que voy...ora si mi lindo amante y dueño de mis suspiros sin dejar atras las quincenas,jejeje....muy buenos dias, creame que me gustaria encontrarlo en linea un dia de estos ya que tenemos una platica pendiente,con cafe y todo...

le dejo muchos saludos y besos sabrosones, ya sabe usted donde ponerlos..imagine como hice con los que me dejo....mmmmmmm

Morgana dijo...

terminando de leer, que historia...mi estimado siempre medeja sosprendida, jejeje

muy buena, muy buena...saludos y muchos kikos...mua