miércoles, septiembre 19, 2007

Intermedio 2.7 (Quiero besarte!!!)




Fue cuando tenia 14 años, una tarde de martes después de terminar la tarea de la escuela, él lo sugirió. Su tono de voz fue tierno, ensayado tal vez, sus mejillas se sonrojaron, y sus manos trataron de alcanzar la mías. Le creí. Salimos de casa de mis padres, mi corazón latía muy fuerte, se me erizó la piel y una pequeña sensación de ansiedad recorrió mi todo cuerpo para establecerse en mis manos en manera de temblor. No hablamos en el camino.

Las manos siguieron temblándome por un rato más. Llegamos a su casa, no se encontraba nadie, con un movimiento de cabeza se me señalo un cuarto vacío, ahí esperé. Tardo un poco en alcanzarme, cuando llegó olía a perfume; se dio el tiempo para quitarse la camisa del uniforme, lavarse el rostro, peinarse y ponerse un poco de loción. Tenía un plan, caí en cuenta inmediatamente. Se sentó en la cama y me invito a hacer lo mismo, accedí, una vez juntos tomo mi mano y trató de halagarme diciendo que eran casi tan suaves como la de una mujer. Solo reí ante tal comentario, me pareció absurdo ya que mis manos distaban mucho de encontrarse suaves en esos días. Creo que le molestó pues me soltó y estuvo esquivo unos instantes.

En mi cabeza rondaba ya con mucha insistencia la idea de que él algo tramaba. No lograba entender por qué ese día su trato era diferente, no teníamos una relación de pareja, ni nada por estilo. Solo explorábamos juntos el mundo, compartíamos el vaivén diario y nos hacíamos más soportable la vida aburrida del pueblo.

El ambiente se encontraba impregnado por el perfume que usaba y mis sentidos estaban mas sensibles, percibía mucho mejor el aroma en el ambiente, lograba escuchar su respiración e incluso el latir acelerado de su corazón. El veredicto no podría ser otro, estábamos ya muy excitados. Lucía como nunca antes, no podía dejar de verlo, era como un semidiós y, lo mejor, estaba a mi lado.

Mordí mis labios. Correspondió a mi insinuación llevando su mano a mi hombro e inclinándome, él hizo lo mismo, dio un jalón y me acerco a él. Nuestros cuerpos se encontraron pronto juntos y noté lo mucho que encontraba excitado. Lo toque. Se retiró como un a señal de desaprobación a mi acto. Me quede perplejo, no supe que hacer ni que decir, avergonzado. Pronto pronunció lo siguiente: “Quiero que sea diferente, como unos esposos de verdad, desnudos debajo de las sabanas y que nos besemos. Quiero besarte”.

Seguí en el mismo estado que cuando creí lo había agredido al tocar su miembro. Confuso, desconcertado. No entendí de pronto lo que pedía. Me negué. Dije no. Tuvimos nuestra ya clásica sesión de “sexo” basada en manoseos, restregarnos el pene entre las piernas (nada de penetración, - esa fue mi decisión), un poco de sexo oral y terminar masturbándonos cada uno por su cuenta.

Los siguientes encuentros siguieron la misma rutina, jamás volvió a mencionar palabra alguna sobre tener sexo como esposos, ni trato de besarme. No tuve problema con eso, no lo tuve con él ni con ningunos de los otros. Sin darme cuenta me fui haciendo cada día más frío, no advertí que adelante no me relacione por un sentimiento de afecto, fue solo atracción sexual. Tuve el sexo sin penetración cuantas veces lo quise, me negué a las suplicas de unos y sucumbí a las de pocos.

Vague por la vida sin heridas visibles, fui impenetrable, una fortaleza, las murallas que levanté cumplieron su propósito. Cavaba mi propia tumba sin darme cuenta, así lo creí hasta hoy. Con el tiempo y la madurez que éste trae consigo entendí que aquel día que me negué a entregarme a él de una forma mas completa cerré una posibilidad de explorar el amor, de vivir el amor. Transité por camino regido por mis propias reglas, fui una marioneta bajo las órdenes de mis deseos, no importó no tener quien me quisiera. Tuve sexo, me sentí deseado, importante. Nunca me sentí una puta, un ser despreciable o un sodomita condenado por su conducta. .

Todo fluía, era una vida arriesgada, encuentros ocasionales a escondidas, mentiras, adrenalina y mucho deseo. En mi piel muchos escribían su nombre, redacté muchas veces por diversión un lista con sus nombres. No había culpas, solo una constante se repetía: cuando llegado el momento, en siguientes encuentros, me negaba a la penetración y los notaba molestos, terminaba el encuentro de tajo y me retiraba victorioso. Que irónico. Cada vez que lo hice siento que fue una batalla contra mi mismo, una batalla perdida. Me negué a que muchos de ellos penetraran mi cuerpo y a la vez a que penetraran mi alma.


Hoy, escondido tras las murallas antes levantadas, trato derrumbar los obstáculos que no me dejan entregarme a una vida insegura, a una vida donde se sufre por amor. Culpo a la madurez de no permitirme disfrutar de una vida como la que en el pasado llevé, soy una nueva persona, más temerosa, con más miedos e inseguridades, he resurgido de mis cenizas y dirijo mis esfuerzos a ser cada día mejor. Estoy orgulloso de lo ahora soy. Es solo que quisiera tener otro día como aquél, con la persona que sea la indicada, para ser yo quien ahora le diga: “: “Quiero que sea diferente, como unos esposos de verdad, desnudos debajo de las sabanas y que nos besemos. Quiero besarte”.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah pues con mucha razón: eres un putote, por eso has de estar tan apendejado con la Scarlett.

Anónimo dijo...

Que asco tu foto del sueño ese de que eras una puta, no mames y así te atreves a publicarlo HORROR.... eres una más de las basuras y lacras sociales de este mundo: P U T O A S Q U E R O S O.

Él dijo...

Gracias. estoy muy honrado de que me hayas dedicado un poco de tu tiempo. Todas la opiniones son bienvenidas. Que la vida te de lo que se ve hoy te falta


Saludos

Dídac Muciño dijo...

como, me sorprende que existan esta tipos de persona la tal "cecy maldonado", ni siquera tiene la valentia de dar una indentidad real.. asi ha de estar su moral como ella misma dice "asquerosa", parece que no conoce la etica y mucho menos la moral con sus valores.. ese tipo de personas, solo hay que escucharlas con los oidos sordos!!.

bueno mi querido "el", hay veces que uno trata de ser igual que el ayer, pero creo que como dicen, el hombre es el unico que se puede tropesar con la misma piedra, pero de esas caidas uno aprende a levantarse, o aprende a sopartar la caida, lo que importa es que tu en un cierto punto disfrutaste cada momento que te paso...
Como dices solo hay que saber con quien estas, y con quien vas a compartir esas emociones.
o tan imple hay que darle tiempo al tiempo

Saludos!!! que tenga buen dia!!

Scarlett Freyre dijo...

Que ofensivo y que triste, la verdad, no causa gracia ninguno de los insultos de esta "persona" "ceci maldonado", deberias de borrarlos, yo ya no voy a seguir contestandole.